Dentro de la habitación del hospital se encontraba Jung Hoseok, un chico asustado, temiendo por su vida, como si supiera que en cualquier momento va a morir, le importaba y a la vez no, ¿Qué podía perder? Sus padres lo habían abandonado en aquél lugar tan espantoso y terrorífico, sus hermanos lo odiaban y sufría de bullying, su amado de a poco estaba muriendo también, sólo que, le aterraba la idea de sufrir, de que se lastimara, no lo soportaba.
"No quiero morir. Pero lo haré pronto. Cuando pase desapareceré. Dejaré de existir."
Hoseok tomó las mantas de su cama para poder taparse con ellas hasta el rostro, lágrimas comenzaban a brotar de sus pequeños y rasgados ojos.
-¡Tengo miedo! ¡Tengo miedo!-Gritaba una y otra vez pataleando, provocando que las mantas destaparan su rostro, el cual se encontraba rojo por la frustración.
Sus gritos pronto cesaron al ver una sombra por la pequeña ventanilla de la puerta.
-¿Quién es? ¿Quién es?-Habló en voz alta sin perder la vista de la puerta, Hoseok no esperaba una respuesta, por ello, cuando la puerta se abrió, no dudó en chillar alto por ayuda.
Todas las noches era lo mismo en el piso de Neurología, Hoseok gritando, llorando, sus berrinches, todo, y es que no podía evitarlo, él tenía un fuerte miedo a morir.
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Durante la mañana los doctores Kim Namjoon y Park Jimin fueron a visitar a Hoseok para hacerle algunos exámenes, pues en algunas ocasiones, las enfermeras tenían que ir a inyectarle alguno que otro calmante y no querían dañarle su cuerpo.
-¡Ayúdeme, doctor! ¡No quiero morir! ¡No quiero desaparecer! -Gritó al borde de la desesperación el castaño.
-Luchamos contra tu enfermedad, Hoseok.-Le contestó el doctor Kim, quien miraba con seriedad al joven que se encontraba en cama, recostado y comiendo un poco de su desayuno, aunque él verdaderamente no tenía mucha hambre.
-Debes esforzarte y no rendirte, pequeño.-Ahora fue el doctor Park el que tomó la palabra, sentándose en la camilla para calmar al chico, que había comenzado a llorar.
-No, anoche lo ví. ¡Un alma maldita vino a buscarme!-Siguió gritando, aferrándose a las varillas de la camilla, tratando de olvidar aquél rostro tan extraño, aquella persona tan rara que parecía la misma muerte en persona.
-No, no era la muerte, Jung. Sino un paciente de otra sala.-Namjoon intentó hablar para explicarle la situación, contarle de quién se trataba, pero Hoseok no podía calmarse, él parecía no querer escuchar las palabras del Doctor Kim.
-¡Mentira! ¡No existe la gente así! ¡No era humano!- El Doctor Kim trataba de guardar la calma, era la tercera vez que debía tratar la desesperación y llanto del chico sobre ese tema, cada día se volvía más vulnerable, tan sensible a todo-¡Era un ser de la oscuridad!
