No amor, No caricias.

Capítulo 3

Mi madre me levanto, creo que el hecho de decirle así ya no me es tan complicado. Tengo dos días aquí y siento que los conozco de hace años, más sin embargo no lo es así.

Tome la decisión de irme al orfanato por la noche para llegar en la mañana.

-Llegamos señorita Oxford –me dijo el chófer.

-Gracias.

Me baje del auto y como el típico momento de ser tu primer día, todas las miradas cayeron sobre mi. Al parecer ser nueva lleva mucho, más si eres una Oxford.

-Vamos Nina, tu puedes –me dijo Hunter.

-¿De dónde saliste tu? –lo mire confundida.

-De por ahí –se encogió de hombros–. ¿Cómo te sientes?

-Nerviosa.

-¿Cómo cres que te valla?

-Supongo que bien.

-¿Cres que te molesten?

-No –arqueo una seja–. Soy una Oxford, idiota.

-Tanto los Oxfors, como los Cross somos los más odiados. Y también los más temibles. –sonrio–. Suerte, Nina.

-No te vallas, ven ahora –lo tome del brazo.

-¿Qué?

-¿Quiénes son los Cross?

-Querrás decir; ¿Quién es Cross?.

-¿Quién es Cross? –rodé los ojos.

-Venga entremos, no me acostumbro a ser el centro de atención –me miro.

-Vamos, como si eso te afectara –lo mire con burla.

-Encerio, aquí todos son muy chismosos. Te aconsejo no confiar en nadie.

Entramos y nos dirigimos a 'información'.

-¿Desean algo? –nos preguntó la chica amablemente y con una sonrisa abierta.

-Natalia, ella es Nina –me presento–. Nina, ella es Natalia Cross.

-Un gusto chica –me saludo– ¿Otra de tus ligues? –le pregunto picaramente.

-No –empezó a reír a carcajada limpia–. Es mi prima, Nina Oxford.

-¡Oh! Ya veo -se sonrojo–. Perdón, este chico cada tiempo tiene una diferente, las chicas son nuevas; según él las guía para que no se pierdan –rodó los ojos.

-Eso acabará –me miraron curiosos–. Mientras este yo y no aprenda todavía bien esta preparatoria, él será mi guía personal –le guiñe un ojo a Hunter.

-En caso de que él no pueda hay otra persona que lo hará por él –dijo la chica escribiendo en su computadora.

-¿Quién? –pregunté.

-Cross –me dijo.

-¿Cross? –dije confundida– ¿Quién diablos es Cross?

-Mi hermano –me dijo.

-Me refiero que quien es ese chico.

-Mi hermano –me repitió.

-¡Que ya lo se! –le dije–. ¿A lo que me refiero quien es Cross?–mire a la chica para que no me interrumpiera– ¿Como es?

-¿Acaso te interesa, chica? –enarco una seja.

-Como lo conozco mucho –conteste–. Si claro, es el amor de mi vida.