Aunque el destino esté en nuestra contra

¿Solo sueños? o ¿Terrores pasados?

Los sueños son la cosa más curiosa que existe, pues así como te pueden transportar a un mundo pacifico que te da un momento de relajación, luego de la agobiante realidad, hay otros instantes donde te lleva a tus peores pesadillas.

Sin embargo creo que aun dentro de los sueños hay un rubro más, esos sueños que te dejan la sensación de dejavu, en mi caso, estos siempre vienen acompañados de un sabor amargo cuando se terminan y de un tristeza infinita. Sin contar que cada noche era el mismo sueño. Al menos agradecía cuando era casi al amanecer, pero a veces ese sueño me provocaba insomnio el resto de la noche.

Estaba de pie frente a un pelotón de fusilamiento, amordazado y esposado. Sin arrepentirme de la situación que me había llevado hasta ahí... o quizás solo me arrepentía de que la persona que me había traicionado, no me acompañara, pues se merecía esa muerte tanto como yo. El único crimen cometido era que le había roto el corazón a ella, sin embargo, no pensaba que fuera razón suficiente para todo aquello, cuando ambos habíamos sido infelices en ese matrimonio desde que ella lo empezó a presionar con la propuesta.

Sabía cuál era mi destino y sin embargo, no le daría la espalda como un cobarde.

Estaba helando, mi cuerpo lo sentía. Mi ropa estaba rasgada, pues el látigo la había vuelto girones. El invierno en aquel lugar era fiero y teniendo el cuerpo magullado, no sabía si el dolor era por eso o por el frío que quemaba mi piel.

Me molestaba la falta de tiempo. Mi alma me había sido arrebatada y ahora caería al abismo de la muerte y la nada por su culpa.

Así que esperaba que la muerte llegará pronto y solo deseaba que aquella persona lo viera en la eternidad.

Sudor y agitación era lo único que obtenía al despertar. No había una conclusión, ni más respuestas, empezaba a media historia y ahí mismo concluía.

Siempre una voz en los sueños, despertaba mis celos e ira. Sabía que esa persona me había arrebatado la mitad de mi alma, aunque no sabía en qué sentido era eso.Nunca duraba lo suficiente para averiguar más, solo que cuando se despertaba su humor era el peor, hasta que cualquier vestigio del sueño vívido se evaporaba.

Siempre había sido así, al menos desde que tenía memoria. Mi madre me había llevado al psicólogo, intentando que esto disminuyera cuando era niño. Pero no pasó y al final aprendí a lidiar con los sueños y con lo poco que estos me permitían dormir.

Esperaba que en algún momento todo se aclarara y al fin saber el significado de ellos.

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Hola!!

estaré resubiendo la historia ya editada y con corrección de algunos cortes temporales. espero les guste