La magia de un deseo [ChanBaek]

Epílogo

Epílogo dedicado a todos los lectores que esperaron durante un año el descenlace de esta historia.

–¿Esta es la casa?

–Es la casa –respondió un sonriente BaekHyun con una bebé de dos meses de nacida en sus brazos.

Ambos tenían más de cuatro meses de haber adquirido aquella casa mediante un vendedor de bienes raíces. Lo compraron al poco tiempo después de haber sido parte de la magia. Y mucho antes del nacimiento de su segundo bebé EunHee.

BaekHyun había realizado una exhaustiva búsqueda de aquella casa poco después del nacimiento de su primer bebé, ChanHyun, y ahora le invadía un sentimiento de alegría de ver aquella casa donde había habitado con el pequeño de cinco años, quién ahora tomaba la mano de su padre.

Los cuatro entraron en la casa.

ChanYeol se aseguró de dejar él porta bebé a un costado del sofá del recibidor, al tiempo que soltaba la mano de su pequeño hiperactivo, quién corrió directamente al patio trasero, y detrás de él un preocupado papa de un metro ochenta quién decía qué a pesar de que esta hubiera sido su casa en algún momento, aún tenía que cuidar de su hijo.

El castaño contuvo el aliento segundos después de percatarse de que aquella casa seguía igual, justo antes de que la magia se diera entre ellos, los muebles, los colores, todo...

De cierta manera, BaekHyun tenía un sentimiento de recogimiento por aquel lugar, ya que independientemente de la magia o segunda oportunidad que el destino les había brindado hace un tiempo, eso lo hacía sentir completo.

Completo de saber que ese hogar dentro de unos años estaría lleno de risas y golpeteos de sus pequeños torbellinos, porque sí EunHee, su tierna bebé de solo dos meses tenía un carácter similar al de su hermano mayor, pero sabía que ambos podrían con sus retoños. El era feliz, realmente feliz de haber tenido esa segunda oportunidad.

Un ruido se escuchó a sus espaldas, se dio cuenta de que se trataba de su marido, quién parecía haberse dado por vencido después de salir corriendo tras su primogénito. Volvió la vista a una repisa y entonces...

–ChanYeol mira.

El alto escuchó la voz de su esposo y se aproximó a uno de los estantes cerca de uno de los ventanales que daban al exterior.

–Es...

–La Señora, Hye.

Ambos se miraron sorprendidos.

No podían creer que la mujer en aquella fotografía, de aspecto tierno y sereno fuera la misma que los unió en aquel mundo paralelo, y fuera la que había encontrado a BaekHyun bajo la lluvia en su momento. Quien lo había ayudado a conseguir un trabajo como mesero, quien lo vio como una madre que cuida de un preciado hijo. Ella, y solo ella le había brindado su confianza, amor y cuidado. Y no solo con él, sino también a su bebé, cuando este era apenas un recién nacido, pero sobre todo, no podía creer que esa mujer que le había brindado todo sin pedir nada a cambio fuera la misma que les había dado la oportunidad de vivir la magia de un deseo.

Por qué fuera de toda explicación lógica, y congruente después de haber capturado aquella fotografía, ChanYeol y BaekHyun habían despertado entre las sábanas de su habitación, justo en aquel aniversario donde el castaño le pedía ser una familia. Ambos no comprendían que sucedía, no al momento, sin embargo a las pocas semanas BaekHyun se había prácticado una prueba de embarazo justo como se había enterado de la espera de su hijo. Porque todo era diferente.

Tenía a un ChanYeol en su vida, y a su vez a su pequeña luz que ya venía en camino. 

Fue entonces, que conversando ambos llegaron a la conclusión de que aquello era una segunda oportunidad, una muy bella segunda oportunidad para los dos.

Tanto ChanYeol como BaekHyun, estaban agradecidos. Se sentían muy afortunados de haber tenido a una Señora Hye en su vida. Ya que sin ella, ambos no tendrían la oportunidad de ser felices una vez más, y para siempre. Aunque a decir verdad, su ChanHyunnie, su ahora bebé no nato en ese entonces había sido la causa de que ambos se encontrasen en ese lugar, por que la magia se hizo presente en cuanto sopló las velas del pastel.

Un deseo era más que suficiente, y quién mejor que un niño que goza de pureza e inocencia, quién más que su propio hijo con un poco de ayuda. Por que él les había dado una lección, una donde sus padres merecían ser felices, a su lado, mientras que la mujer les había enseñado que tenían que ser valientes y saber defender lo más grande que tenían ante cualquier adversidad, su amor.

BaekHyun sonrió a la mujer de la fotografía, y con un gracias por todo convertido en un susurro audible, decidió dejar aquel retrato sobre el estante. Ese sería un recuerdo, uno dónde demuestra que la magia si existe.

Aparece cuando menos lo pensamos, tal vez no como en forma de hada madrina como la cenicienta, ni en forma de tinkerbell* pero tal vez si en forma de una persona.

Porque a veces, sólo hace falta una persona para detenernos a pensar y reflexionar en lo que estamos haciendo mal.

Sólo es cuestión de tener fe, creer en ti mismo y nunca decir no a lo que puede ser la mejor oportunidad de toda tu vida.

A veces sólo hace falta creer en la magia de un deseo.

Fin.

🎂

Wow, wow, wow...

Me siento tan emocional en este preciso momento, que no se cómo agradecerle a todas esas personas que estuvieron a mi lado en esta travesía, que por una u otra razón no se daba la oportunidad para sentarme y terminar esta historia como se debe. 

Por fin lo hice.

Si... lo hice.

Muchas gracias a cada uno de los lectores que se mantuvieron a mi lado después de un año.

He estado muy ocupada... ahora trabajo de noche en una empresa coreana, y pues... prácticamente durante el día duermo, aunque ahorita me estoy dando mis escapadas para terminar mis fics. Y lo haré.

Volviendo al verano, será el siguiente fic a términar en mi lista, así que esperen por él.

Por cierto, ¿les gustaría leer el resto de las historias que tengo en borradores? Son 7, y una es del HunHan y otra del KaiSoo.

Gracias, mil gracias por leer y haber llegado hasta este punto conmigo.

✨ Nos leemos muy pronto en otra historia.

Publicado 31/05/19 12:21 AM