2. LMDUD

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El alto aún recordaba en ocasiones el tono de voz de su progenitor junto a la sarta de reclamos, y acciones legales que tomaría en su contra si a él se le ocurría mandar todo al demonio.

Para ChanYeol no fue nada difícil abandonar el emporio familiar. No, de hecho fue una de las cosas que se arrepentía de no haber hecho antes. Así que regresando a encarar a ese hombre que estimaba le entrego aquel poder legal. El hombre mayor frente a el palideció al saber que no se trataba de ninguna broma por parte de su hijo menor.

El hombre joven en cambio haciendo uso de la poca cordura que le quedaba en la más mínima fibra de su cuerpo, se limitó a hacer una venia a su padre para terminar dando la media vuelta y salir como alma que lo llevaba el diablo. Alzó la vista, y noto como varios empleados miraban la situación confundidos. Realmente a ChanYeol le importo poco. Todo lo que quería era llegar al maldito elevador, llegar a su auto y conducir a casa.

Antes de llegar a la compañía, contactó a uno de sus abogados y le exigió emitir y hacerle llegar el documento legal donde él rechazaba ser el próximo heredero de la industria.

En ese momento no tenía ni media hora de haber llegado de lo que sería su última junta de negocios en el extranjero, que incluso en poco tiempo ya había creado todo un espectáculo al discutir con su padre y dejarle muy en claro, que se negaba a considerar el hecho de que eran si quiera de la misma sangre.

Pero a todo esto ¿Cuál había sido aquel detonante que se encendió como pólvora quemando el interior de ChanYeol? Sólo existía una razón por la cual aquel hombre de negocios podía mandar todo a la mierda con tal de no dañar lo que él consideraba precioso.

Y ese era, BaekHyun.

Su esposo.

El ejecutivo se mantenía al margen de las palabras envenenadas de su padre, tanto que ni siquiera le importaba un centavo que pensara de él. Se sentía decepcionado de haber sacrificado, y empeñado su esfuerzo por mantener los estándares que sus padres esperaban de él, para que al final ambos padres terminarán actuando sin su consentimiento en un asunto que no les competía.

Ya que él podía ser un Park. Hijo del matrimonio que actualmente se encontraba en la cima debido al éxito de los negocios tecnológicos concretados. Pero independientemente de eso, él estaba casado.

Tenía un maravilloso, y amoroso esposo que esperaba por él después de cada jornada de trabajo. ChanYeol lo amaba. Amaba a su esposo como nunca pensó amar a alguien. Tanto que a pesar de que su sentimiento no fuera mutuo y correspondido por parte de él para con su actual pareja en aquel entonces, basto con el apoyo de BaekHyun para que el siguiera su corazón.

Y justo ahora, su matrimonio estaba fracturado.

Lo estaba a tal grado que ChanYeol sentía que su mundo se derrumbaba.

Entre sonidos de bocinas, rechinidos de llanta y límites de velocidad excedidos, el sólo rogaba una y otra vez por encontrar a su esposo en casa, y que este le permitiera explicarle lo que había sucedido.

ChanYeol se sentía molesto, enojado, y frustrado... Y no sólo con él mismo, si no con sus padres quienes le habían dado la documentación correspondiente a su esposo para la disolución de su matrimonio. Un matrimonio de dos años que ellos querían disolver mientras él se encontraba fuera del país.

El nunca sospecho de las intenciones de sus padres al insistirle en que se involucrara en la industria familiar, de hecho vio como algo normal que su padre lo mandara en su representación a tratar un par de negocios en Bangkok. Es decir, odiaba demasiado alejarse por mucho tiempo de BaekHyun, porque prácticamente hacían casi todo junto, y desde que su pareja estudiaba arduamente debido a los exámenes de la universidad y él llegaba fastidiado por involucrarse en el negocio y la universidad sólo terminaban rendidos en los brazos del otro hasta que se quedaban dormidos.

La magia de un deseo [ChanBaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora