Daredevil: El juego Macabro

- Capitulo 2 -: "Una nueva víctima".

Entró a su departamento tras inútilmente seguir buscando. La verdad es que estaba irritado por no encontrar a quien fuese el culpable de los juegos. Se quitó la máscara y el traje y se encaminó a descansar en su cama. Pensando también en parte en la señora que había gritado y que no pudo ayudar debido a su lejanía.

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La señora de antes, se hallaba ahora despertando agitada. Contemplo el tétrico paronama con paranoia. Sacudiéndose como una presa en las fauces de una criatura, al frente suyo había una tele, que se prendió mostrando la imagen de un muñeco de color blanco y cabello negro.

-Hola Daría, quiero jugar un juego-

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Matt Murdock estaba con su vestimenta de abogado en una pequeña cafetería, alado suyo estaba un buen amigo, Foggy.

-¿Qué tan desquiciado piensas que debe estar ese tal "Jigsaw"?- le preguntó a Matt.

- Eso no es ser desquiciado, es ser el diablo- le respondio Matt mientras tomaba un bebida.

Derepente en la tele, las noticias mostraban un nuevo asesinato. Matt no podía ver las grabaciones, pero por lo que escuchaba, una mujer murió, quien la asesino fue Jigsaw.

- El asesino ya va por la doceava víctima en estos 2 meses, los policías intentan atraparlo pero por lo que se sabe ha sido capaz de burlar de forma eficaz a los agentes- notificaba la reportera.

- En estos tiempos los agentes de la ley ya empiezan a ser inútiles con la oleada de delincuentes con disfraces o iconos, es ridículo.- expresó Foggy.

- No son inútiles Foggy- se sincerizo Matt- solo necesitan ayuda.

Horas más tarde...

La noche volvió a ser la abundante y Matt con su traje de Daredevil salió para volver con su búsqueda. No tenía muchas pistas, pero por algo tenía que comenzar, volvió a buscar entre edificios con sus sentidos aumentados, pero no se escuchaba nada sospechoso.

Ya por las altas horas, termino buscando en un último sitio antes de ir a casa, un hospital, tenía bastantes años de antigüedad. Cuando se paró encima del tejado del edificio. No escucho nada, habiendo suspirado una vez más por la frustración.

Cuando estaba apunto de retirarse, un ruido parecido a una puerta metálica sonó en el interior del edificio. Concentro sus sentidos, casi como un murciélago o un animal marino, fue capaz de saber que quien abrió la puerta fue la figura de un hombre quien grito antes de retirarse de la sala de donde salió, un: "Hasta mañana...".