Solo Dejame Mirarte

Capítulo 18

—Tu me gustas... Y... ¿Yo te gusto? ¿De verdad?

—¿No crees que es demasiado rápido? Digo, perdón por haber dicho eso sin ser consciente de lo que pasaría. Pero solo llevamos como 1 mes y medio de ser buenos amigos y esto se me hizo muy rápido y...

—Tienes novio, lo se. Pero no es rápido para mi, tu me gustabas desde mucho antes, es que eres perfecta.

La chica estaba muy sonrojada por aquella confesión. Estaba consiente del error que había cometido al decir algo de lo que no estaba segura, pero tampoco lo quería perder. También estaba consciente que estaban muy jóvenes para estas cosas, pero simplemente se dió, así sin más. La castaña se recargó en una pared cerca de un pequeño jardín de la escuela.

—James...Lo siento mucho.

—No lo sientas. De todas formas ¿Yo gustarle a alguien? Es un caso de risa ¿No crees?— rió secamente

—Tu me gustarías

—Ya no sientas lástima por mí—dijo en un murmullo— Ya casi va a ser hora ¿Vamos al salón?— la chica solo asintió

Caminaron en silencio, al acabar  de subir las escaleras María se encontró con un castaño. Retrocedió unos pasos, y el pelinegro no la esperó, estaba triste, él solo quería el amor de la castaña. Ella solo lo observó marcharse, por lo que fue con Lucas aunque se sentía culpable por el error que cometió según ella.

—¿Por qué esa cara?¿Qué pasó?—tomó delicadamente su mano

—Nada—forzó una sonrisa

—Te conozco y sé que te pasa algo, pero debes entrar a clases así que después hablamos

—Lucas... Gracias

Se dieron un pequeño abrazo para que cada uno entrará a su respectivo salón. La chica tomó asiento, sacó una libreta para tomar apuntes. Observó a ¿su mejor amigo? No sabía que es lo que pasaría ahora con ellos, ella ya no se sentiría tan cómoda con él. Vió una pequeña navaja entre sus manos, observó mejor , tenía una pequeña ventaja estar lugares atrás y en otra fila, así él no notaría que lo estaba mirando. Vió que esa pequeña navaja la introdujo en un sacapuntas,  con un pequeño destornillador fijó el tornillo. ¿De dónde sacó eso?  pensó. Prefirió despejarse, y empezó a tomar apuntes de la clase de historia.

—El hombre casi siempre es controlado por sus emociones, cuando uno está triste no quiere hacer nada, cuando se  está enojado quieren golpear todo, y cuando uno se enamora puede hacer cualquier cosa por aquella persona.—dijo la maestra

James me volteó a ver y yo a él. ¿Por qué se me revolvió el estómago? Creo que porque no se que hacer. Pensó.

—Nos vemos la siguiente clase

María guardó sus cosas, salió rápidamente del salón para ir en busca de su novio. Esperó unos segundos fuera en lo que salía, observaba desde el segundo piso a todas las personas caminar, veía amigos caminando riendo o simplemente caminando en silencio, por lo que sonrióde una forma nostálgica  inconsciente. De repente sintió unas manos sobre sus brazos empujandola suavemente pero sin que se cayera.

—¡Oye! Ya te dije que no me vas a aventar

—Quien sabe, algún día lo haré—empezó a reír—Ahora si dime que pasó

—James me dijo que le gusto... Y la verdad no se que hacer —omitió otra parte

—Oh...—su sonrisa desapareció—¿No te quieres ir con él? Al cabo yo no importo—sonrió en burla

La castaña frunció el ceño, y aunque su novio hacía mucho ese tipo de bromas no le gustaban del todo, le llegaban a molestar.

—No, tonto. Si yo estoy contigo es por algo, yo solo te quiero a ti

—De seguro tienes más novios, pero no me lo quieres decir ¿verdad?

—¡Que no! ¿Qué no lo vas a entender?

—¿Te gusta James?

Esa pregunta la sorprendió, por lo que tardó unos segundos en responder. Un sentimiento de culpa la invadió.

-Claro que no, solo es mi mejor amigo... O bueno no se que pase ahora con su confesión, creo que se alejara o yo lo haré si me siento incomoda.¡No se! Pero el caso es que no me gusta ¿ok? Solo me gustas tú—sonrió

—Bueno, te voy a creer —la abrazo rápidamente—Te amo niña

—Y yo a ti...