-Holi - susurré y me senté en una de las sillas que tenían ahí, ni tan lejos del Jaime porque su olor era embriagador, ni tan cerca porque podía cometer cualquier estupidez como darle la mano o tirarme encima de él y culiarmelo. Él me miraba y daba sus tips con nerviosismo ya que estaba y ahí, se reía, hablaba dos palabras, se reía, hablaba una más, se reía y evitaba el contacto visual conmigo, era tan tierno el feo culiao.
-Vamoh a fumar - susurró la Anto en mi oído
Asentí y salí con la mano en la cintura, afuera estaba la Paz y la Jasmin que ya iban por el tercer cigarro en diez minutos, me miraron con orgullo y comenzaron las preguntas sobre lo de anoche.
-Campeonaaaaaza - gritó la Paz mientras me daba un wate y se reía de la Jasmin y sus recreaciones sobre lo de anoche con el Jaime
-Tonce' la weona no los pilló? - susurró la Anto emocionada
-No weon, si el Marco me mandó un mensaje que el Nacho estaba con ataque de vómito y como yo tenía el auto tuve que levantarme para ir a buscarlos
-Pero...no cachó que estuviste con otro? - miraron las tres sorprendidas
-No - reí burlesca - ni por el olor
-Weon teni que ten... - se abrió la puerta de la casa
-Estamos listos, ya grabamos - dijo el Nico con un vaso de ron en su mano
Asentimos y entramos riendo, lo primero que vi al entrar fueron los ojos del Jaime que me derritieron con sólo cinco segundos de verlos. Llegaron más amigos del Nico, algunos con polola, algunos solteros y ricos y sí, me coqueteaban pero el Jaime no se demoraba nada en llegar, mirarlos asesinamente para que se fueran y luego ir a comer más carne con el Edgar y los gatos del Nico, era como un perrito protegiendo sus huesos de pollo. Nos quedamos en la casa del Nico, yo ni preocupada por volver a la casa aunque el Marco me mandaba WhatsApp a cada rato, tal vez sospechaba que lo estaba cagando. En la mañana tomé mi auto como pude y prendí el motor, eran como las nueve de la mañana, el Jaime salió agarrándose la cabeza como si le doliera y me hizo una señal para que le sacara el seguro a las puertas, se subió y me miró fijamente.
-Te invito al burger a tomar desayuno
-Deberiai lavarte la cara, peinarte y recién invitarme a salir - reí
-Conchesumare - se miró al espejo del auto - parezco muerto weon oh
-Te van a pegar en la casa - sonreí con cariño
-Si yo mando que wea
Puse en marcha el auto y fuimos hasta el mall a comprar hamburguesas pal desayuno, pasamos frente al cine, estaba "Anabelle" en estrenos, esa de la historia de la muñeca de "El conjuro" y le pedí si podíamos ir a comprar hamburguesas para llevar y comerlas viendo esa película, aceptó con gusto. Compramos tres para cada uno y sus wenos vasos de bebida, ahora debíamos encontrar un lugar para esconderlo todo, abrí mi cartera, metí mis cosméticos en los bolsillos de Jaime para hacer espacio en la cartera y ahí meti seis hamburguesas dobles, medio de papas fritas y unos cuantos nuggets de pollo, pasamos piola con las bebidas en las manos, parecía como si no escondiéramos un botín de comida en la cartera, pasamos desapercibidos y entramos riendo, tomamos los primero asientos que encontramos y nos sentamos, a ratitos nos daba por darnos las manos pero nos soltábamos altiro.
El Jaime tiraba tallas weonas y nos cagábamos de la risa, todos asustados menos él y yo, me gustaba cuando sonreía, se le marcaban unas comillitas en la boca que me daban ganas de besuquearlo entero, con los años se fue poniendo más rico.
-Por qué seguís con el Marco? - dijo serio
-Por que preguntai esa wea? - le dije en el mismo tono
