Narra Jaimoco
Pasamos la tarde entera con su hermano, la Sofea y la Maca. Los cuatro reían de weas que habían pasado hace cuatro años atrás, yo fingía entender todo y me unía a sus risitas descontroladas. La Sofea estaba grande, tenía la misma sonrisa que la ______, también se le achinaban los ojitos, también se le hacian unas "comillitas" en la boca, iba a ser igual de linda que la _______, y me sentía pedófilo por mirarla de esa forma...igual...20 años metido en lo' oscurito no era tanto.
La ________ sacó un bolso con ropa y la subió a su auto, me miró con ternura y me abrazó, estábamos en la vereda, solitos los dos. Ya nos habíamos despedido y debíamos irnos a la casa.
-Vamoh a ver a tu mami? - susurró la _____ en mis brazos
-A esta hora?
-Sí, a saludar por último
-Te amo - le acaricié las mejillas
Me tomó de la mano y me llevó arrastrando atrás de ella, caminamos unos diez minutos, íbamos rápido. Al llegar a la casa de mi mamá, puso su vista en la plaza de al frente, la nostalgia le brotaba por los ojos y lo percibí. La abracé por la espalda, ella me miró por encima de su hombro y me sonrió.
-Si queri...volvimos a...intentarlo
Se dio la vuelta y me miró sin expresión, mi mamá salió a abrir la puerta y al ver a la _____ a mi lado se tapó la boca y sonrió como nunca ntes lo había hecho, la _______ le devolvió la sonrisa y ambas se abrazaron, luego de un rato mi mamá me saludó a mi, nos hizo pasar y como nada podía ser perfecto...me encontré con la Iveth sentada en la mesa, al lado de mis tíos que estaban tomando once. Lo de esa noche de septiembre no se lo comenté a nadie, ella tampoco lo hizo, cuando mi mamá preguntó porqué la _________ se había ido de mi lado le respondía: "Mamá...la ______ me encontró raja curao' comiendome a otra mina", pero no que esa mina era la Iveth.
La ______ entró con una sonrisa en su cara, tomé su mano con todas mis fuerzas y la besé, a penas vio a la Iveth con una sonrisa maliciosa apretó mi mano, saludó a todos y cuando le tocó saludar a la Iveth susurró en su oreja: "Tanto tiempo Ive...cómo han estado los exámenes del sida?". Sonrió y se sentó al lado de mi mamá, mi mamá no la soltaba, se acomodaba en su brazo y aspiraba su olor, la miraba, sonreía, y se unía a la conversación otra vez.
Después de una hora hablando de la basura que había sucedido hace cuatro años decidimos que era hora de irnos a la casa, nos despedimos y salimos sonriendo, la perra de mi mamá nos movía la cola y hacía el intento de mostrar sus dientes para sonreirnos.
-Tengo que ir a buscar mi computador y unos documentos a la la casa - comentó la _____ una vez que llegamos al auto, el cual estaba estacionado al frente de la casa de su hermano
-Y si está ese aweonao culiao ahí? - le dije subiendo a mi auto, ella se quedó apoyada en la ventana mientras me hablaba
-No...debe estar con la mamá
-Te acompaño, es mejor
-No, no, anda a la casa, cambia las sábanas y prepara algo de comer, pa mi una pizza esta bien - me sonrió - yo voy a buscar mis cosas y en una media hora estoy allá
Le tiré un beso con todo mi encanto masculino y ella se fue riendo a su auto, tal vez lo mejor era acompañarla en caso de que estuviera el cochino culiao esperándola, pero ella dijo que fuera a la casa a cambiar sábanas y a preparar una pizza, si así lo pidió...así lo voy a hacer.
Narra ________ >:D
Manejé hasta el departamento con lágrimas en los ojos, la pena me estaba consumiendo desde el fondo de mi asqueroso y miserable ser, cada vez que parpadeaba veía al Marco ensangrentado por los golpes que recibió del Jaime y me entraba la culpabilidad, todo fue culpa mía, por mi y mi calentura, acaso no podía terminar lo que tenía y después empezar con otro?
Me estacioné donde siempre y visualicé la ventana de mi departamento, la luz estaba prendida, lo cual era un 90% de posibilidades de que el Marco estuviera allí. Me bajé de todas formas, si la wea iba a terminar, por lo menos que terminara bien, hablando.
-Pensé que...estabas en la casa de tu mamá - le dije con ternura a penas abrí la puerta de mi dpto, él estaba de espaldas arreglando una mochila, su mochila
-No - dijo seco
-Te vas? - me senté en el brazo del sillon, atrás de él
-Queri que me quede? - preguntó riendo, se dio la vuelta y pude ver su cara de agonía, llena de moretones y heridas hechas con los nudillos del Jaimeme
-Puedes...pero no quieres - suspiré bajito, las lágrimas iban a salir si escuchaba otra de sus turbulentas metáforas, era todo un Pablo Neruda cuando estaba triste
-No te lo di todo? Te di todo lo que estuvo a mi alcance, todo, nunca te defraudé, lo que pasa es que te acostumbraste a tenerme a tu lado las 24 horas, te acostumbraste a mi maldita manera de olvidarme todas las weas que pasábamos, y aún así erís capaz de alejarte de mi. Pero da igual, llevatelo todo, no dís la vuelta para verme cuando me vaya...
-Engreído y vanidoso como todos los hombres - lo interrumpí, él me miró serio, enojado
-Supongo que tu amigo no debe serlo...
-Qué querís decir? - me paré agraviada y me acerqué con lentitud a su corpulenta figura
No me respondió, se dio la vuelta y acomodó su ropa para poder cerrar la mochila, después de varios intentos logró cerrarla por completo, se la puso en su espalda y dio la media vuelta con esperanzas de caminar a la puerta para marcharse.
-Tenemos que hablar - le susurré en un hilo de voz, me crucé en su camino
-De qué? De qué querís hablar?
-De nosotros Marco
-No hay más
-No te estoy pidiendo que haya algo más que esto, quiero terminar bien contigo
Suspiró con aflicción y se sentó donde, anteriormente, estaba yo, agachó su cabeza y pasó sus manos por su pelo que ya estaba un poco más largo de lo normal.
-Así que...se terminó? Esta wea fue todo para ti? Es tan raro verte dispuesta a rendirte, pensé que nos queríai mucho más que esto, pensé que....- rió nervioso - pensé que nuestro "estaremos juntitos, de pie frente a cualquie basura que se interponga" - citó nuestra pequeña promesa que ya había caducado - era verdadero. Cambié, me adapté a ti, para qué? Qué gané con eso?
Se paró con nostalgia, echó unas miraditas por todo el departamento, me regaló un besito en la frente, una lágrima suya cayó por mi ojo, sollozó un rato en mi hombro, no hice más que abrazarlo y llorar junto a él. Después de un rato se fue aguantando un par de lágrimas y unas ganas de volver a mis brazos para seguir llorando por el error que estábamos cometiendo, era ahora donde me detenía a pensar en: Me quedo con el Jaime, o me quedo con el Marco? Me quedo con lo frío o me quedo con lo caliente? Me quedo con lo que amo o me quedo con lo que quiero?
