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||Jade's POV||

"No puedo imaginar mi vida sin ti", resoplan. "Jade, lo ... lo siento mucho. No debería haberte dejado en casa. Me siento ... como si todo fuera mi culpa", por desgracia no puedo abrir los ojos para ver quién es. "Te quiero mucho, Jade. Tú y Amelia significan el mundo para mí. Por favor, despierta, por favor, bebé". El calor cubre mi mano, pero no importa cuánto lo intente, no puedo moverla. "Te necesito, Jade. Por favor, despierta, no puedo vivir sin ti". Otro sollozo, y una pequeña risita. "Despierta para que pueda pedirte que te cases conmigo". "Mhhh", me las arreglo para que el ruido salga, mi lengua se engancha en algo. Despierto despacio, sintiendo que mis ojos no se han abierto en años.
-Ella se esta despertando, traigan a la doctora Grey-oigo que alguien dice.
-Jade, ¿puedes escucharme?-Ella pregunta, justo en frente de mi cara. Intento asentir, pero el tubo en mi garganta no me deja. Ella lo nota y dice que me lo sacará no sin antes advertirme que podía doler. El dolor es rápido y me quita el aliento, pero luego coloca el oxígeno en mi nariz, prometiendo regresar con un médico pronto.

Cierro mis ojos nuevamente, recordando por qué estoy aquí. Mi mano vuela al abdomen, y gimo por el dolor que me envía a través de mi cuerpo. "Tienes que parar con ese gemido, me estás poniendo duro", recuerdo las palabras de Jed. La bilis en mi estómago se eleva y sale de mi boca. la sábana que me cubre en estos momentos me quema el pecho, haciendo que mi respiración se vuelva irregular y la máquina a mi lado se apaga de nuevo. Una enfermera que no la que vi antes entra corriendo en la habitación -Está bien, respira, estás bien. Estás bien- Ella dice sentándome. Mientras ella frota lentamente mi espalda, mi enfermera regresa con alguien que la sigue. Mi atención se encuentra en la mujer tras la puerta-Perrie-me las arreglo para decir, con lágrimas corriendo por mi cara. La rubia cubre su boca con la mano, las lágrimas la golpean cuando entra en la habitación. Su ropa está arrugada, y su cabello luce despeinado. Perrie corre hacía mi y la mano que cubría su boca pronto encuentra un lugar en mi mejilla magullada, pero no duele. Sus ojos nunca dejan los míos. -¿Es esto real?- Susurra, las lágrimas siguen cayendo. Asiento, las lágrimas caen por mi cara. -Oh, Dios mío-ella besa mi frente y tira de mí contra su pecho. Aferrándome a su camiseta, uso toda la fuerza que tengo para tirarla sobre la cama conmigo.
-Estoy aquí, no iré a ninguna parte-ella dice besando la parte superior de mi cabeza, siempre manteniendo mi cuerpo cerca de ella.
La enfermera dice algo sobre dejarnos solas. Mis sollozos empeoran una vez que sale de la habitación, la bilis se levanta de nuevo en mi garganta, pero esta vez lo detengo mientras me alejo de Perrie.
-está bien, está bien-es lo que ella dice mientras vomito, agarrando mi hombro y por consecuencia haciéndome saltar. Lo suelta y sé que la lastimé, pero no puedo dejar de pensar en él. -Soy yo-me susurra, besando mi sien cuando lo hace. -Jade, soy yo, y nunca más dejaré que te pase nada. Estoy tan ...-La atrapé antes de que termine, acercando mis labios a los suyos. Solo un beso suave, pero suficiente para que ella sepa que yo sé. La rubia apoya su frente contra la mía mientras nos separamos. -¿Realmente me besaste después de vomitar?- se ríe. Le devuelvo la sonrisa, enterrando mi cara en su pecho. Respirando su olor, me reí entre dientes para luego pedirle disculpas-no me importa,mientras pueda besarte de nuevo, no me importa-dice, acercándome a ella.

Angel «Jerrie Thirlwards»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora