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— Entonces supones que Yeontan no lo hizo. —me miró desafiante.

— No he dicho que él no lo hizo, sólo que no es de hacer esas cosas. —le di una media sonrisa.

— Te he dicho Taehyung que mantengas alejado a tu peludo sabueso de mis cosas, hace un mes y algo casi me orina unos papeles importantes, ¿sabes lo que cuestan esos zapatos? —bajé la cabeza algo apenado.

— Lo siento papá, te prometo que no va a suceder nuevamente.

— Y es que no va a suceder, si vuelve a pasar le mandas a vivir con la abuela. —abrí los ojos algo sorprendido.

— ¿Dónde la abuela, por qué? —era muy buena idea a ser verdad.

— Hablo de mi cuñada, no de mi madre. —pasó a mi lado mientras yo fruncía el ceño, esa abuela vive en otro país, está muy lejos. Que mal castigo.



Ahora es que aparte de la regañada de papá tuve que aguantar a mamá casi pegándome por no ir a recogerle un paquete que me había mandado en la tarde, lo olvidé. Encima de eso se juntaron los dos a gritarme que debía conseguir un trabajo mejor que el que tenía en la cafetería.

— Jimin, ¿lo estás haciendo bien? —subí la mirada al cielo como siempre hacía.

Extraño mucho a mi mejor amigo, no ha pasado un día en el que no piense en todo lo que pudimos haber hecho juntos. Estoy ahorrando porque quiero ir a Estados Unidos, tal vez me lo encuentre, aunque no sé el lugar exacto, lo único que sé es que vive en New York y es demasiado grande.

Me alerte con los pasos cercanos mientras de repente salía una persona de entre las sombras.

— ¿Hola?

— ¿Hola? —voz femenina, se acercó a mi asiento y sin decir nada tomó lugar en el asiento de Jimin. Trate de decir que no podía sentarse ahí pero justo en el momento que volteé a mirarle se quitó la capucha que llevaba en la cabeza y me sonrió.

Es la chica de los perros.

— Tu eres el dueño de aquel Pomerania, ¿cierto? —me sorprendió algo que sepa la raza de mi Tannie, casi siempre preguntan porque no saben. Asentí—. ¿Siempre vienes a este lugar? —volví a asentir—. ¿Solo? —no dije nada y en cuestión de segundos se volteó a mirarme.

— Yo...

— ¿No vienes sólo?

— Si, ¿pero no? —se echó una fuerte carcajada, confundiéndome, ¿sonó muy tonto?

— Va, entiendo.

— O-Oye, ¿me das tu número? —¡¿Kim Taehyung, Qué acabas de preguntar?! ¡¿Hello?!

— ¿Disculp-

— Quiero decir, a veces no tengo tiempo de pasear a mi Tannie y pues quería saber si tu p-podías. —dije lo más rápido que se me ocurrió. Aunque tampoco es mala idea. Soy un tonto, ¿qué me pasa?

— Buena idea, luego te lo paso. Al menos pregunta por mi nombre primero. —reí algo nervioso y ella parecía divertida con la situación.

4 o'clockDonde viven las historias. Descúbrelo ahora