Aquí está el siguiente capítulo. Disfrútenlo. No sé olviden de votar.Oh no...
Sudaba frío. Tenía miedo. Caleb había visto a mí hija, su hija.
—Victoria, la pulga quiere comer chocolate y le dije...—Dan paro en seco viéndome preocupado. —gatita ¿que tienes?— pude sentir como Dan se aproximaba a mí tomándome la mejilla con delicadeza.
—¿Gatita? ¿Pulga?— Caleb arqueo una ceja. Dan pudo percibir el tono que uso, para nada de su agrado. Provocando dirigirle por primera vez la mirada.
Dan nos puso a mí y a mí hija detrás de él como barrera de protección.
Nunca en mi vida había visto a Dan de una forma tan sería.
—¿usted quién es?— Dan pregunto en seco y firme. Pude ver cómo Caleb hacia una pequeña risa burlona por la pregunta de Dan.
—no, Dan...—trate de hablar pero la voz no me salía. Era temblorosa.
—así, que... ¿este es tu amante? Con el te revolcabas.— me volteo a ver con burla y enojo a la vez. Me enfurecí, cómo se atrevía. Quería golpearlo. Pero en una fracción de segundo deje de ver a Caleb.
¡Dan lo había golpeado!
Caleb estaba en el suelo perplejo de lo que había pasado. Tocó con cuidado su labio. Estaba sangrando.
—¡maldito infeliz!— grito lanzándose contra Dan. Devolviéndole el golpe más fuerte. Grité asustada. Podría matar a Dan y no lo iba a permitir.
—¡deja a mi papá!—grito mi hija. Me asusté por lo que salió de su boca. Provocando que Caleb se detuviera y observará a mí hija a los ojos con tristeza.
Tenía los mismo ojos que Caleb azules como el océano.
—¡no te atrevas a ver a mi hija maldito!—dijo Dan tomándolo de la Camisa con fuerza amenazándolo.
—que quieres Caleb, ¿este era tu plan? Comprar una parte de las acciones de mi empresa—por fin hablé sin miedo.—sabias que estaba aquí. todo para arruinarme como siempre— las lágrimas me empezaban a traicionar. Amenazando con salir.
—No, yo no sabía que eras tú una de mis accionistas— dijo justificante
—No, ¡tu me...!— no alcance a terminar de decirle que me había había quitado la herencia de mis padres porque Milo entró.
—señor, le sugiero que arreglemos esto en otro momento— dijo Milo calmando la situación— hay muchas personas importantes aquí, al igual que los reporteros y eso puede afectar su imagen intachable—habló Milo remarcando la última palabra.
Oh sí, su imagen intachable de un hombre ruin y poderoso. Un hombre con todo el poder usando el dinero.
Me empezaba a arder el estómago. Con solo verlo.
Con ese traje que aunque estaba arrugado y con un poco de sangre después de golpiza que le puso Dan, se miraba intimidante.
Milo se acercó a decirle algo al oído de Caleb a lo que esté asintió cerrando los puños. Vi como me dirigía la última mirada a mí y a mí hija y por último con odio a Dan.
¿Qué pasara Ahora?
Dan enseguida se acercó a nosotras escaneado con preocupación algún raspón o algo.
—¿estas bien?, ¿te hizo algo ese infeliz?—dijo tocando mi cara y abranzadome de manera protectora—juro que ese infeliz me las pagará—dijo apretando los labios provocando que soltará un pequeño quejido de su boca.
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Divorciada
RomanceVictoria siempre a sido una mujer puritana ante todo, obedeciendo las reglas de su padre y madre como... casándose con su ahora esposo Caleb Evanson Clark, un empresario dominante y sutil mente inteligente en su trabajo con tan solo treinta años. S...