Bendita Tu Luz

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Benditos ojos que me esquivaban

Simulaban desdén que me ignoraban

Y de repente sostienes la mirada

Bendito Dios por encontrarnos en el camino

Y de quitarme esta soledad

— También en el caso en la que la mujer no deseara al niño o hubiese algún riesgo con seguir el embarazo, la mejor opción sería realizar un raspaje —señaló la joven mirando a Norman anotar todo en su libreta, y percatandose como este se había detenido de pronto mientras su mano temblaba sobre el papel— ¿He dicho algo malo? —preguntó un tanto preocupada.

— No, no es eso —negó sin levantar la vista— Lo siento, puede seguir con lo que estaba diciendo —murmuró Norman moviendo la cabeza, y volviendo a anotar todo lo que  la joven decía, sin embargo su mente ya no estaba concentrada en aquel tema.

Fue durante un tiempo después de volver de una de sus misiones cuando lo noto. Había estado buscando a Emma para pasar tiempo juntos, cuando la vio ayudando en uno de los cuartos a doblar la ropa de los menores. Emma estaba sentada en una de las camas doblando cuando se detuvo de repente en una de las camisas perteneciente a los más pequeños, y viendo para ambos lados como si se asegurará de que nadie la observará, abrazo la muda de ropa estrechándola contra ella, para luego doblarla con rapidez.

Norman estaba sorprendido y algo confundido pero también bastante curioso por descubrir el motivo de aquello. Aun así prefirió no comentarlo, pues seguramente Emma se avergonzaría de saber que la había descubierto haciendo algo así. Aquella misma noche, después de volver y de que comieran juntos, se habían dirigido a su cuarto sin reparar en palabras. Nunca las necesitaban cuando sus miradas decían lo que deseaban oír del otro, y mientras hacían el amor con desesperación, confesándose palabras entrecortadas de felicidad y recibimiento por el tiempo que habían estado separados, Emma se había mostrado más calmada que él, algo que lo había dejado perplejo, ya que en ese tipo de ocasiones siempre solía ser más activa de lo normal.

Luego de aquel día, Norman empezó a notar ciertos cambios en ella, al comienzo fue durante el tiempo de juego con los  niños. Había veces que se quedaba quieta observándolos, como si estuviera pensando algo demasiado importante, no era hasta que algún niño la llamaba que ella salía de sus pensamientos y volvía a divertirse con ellos. Su preocupación aumentó, cuando la notó alejarse cada vez más mientras que en sus tiempos libres escapaba de él. 

Norman sabía por Anna que al parecer Emma algunas veces llevaba golosinas y todo tipo de chatarra a la biblioteca del refugio, y que podía llegar a pasar horas leyendo libros o manuales de medicina, siendo con exactitud casi una semana atrás, cuando lo había empezado a hacer. 

Además  cada vez que tenía un calendario cerca lo veía con nerviosismo mientras jugaba con sus manos. Algo que a Norman le pareció demasiado adorable pero también aumentaba más su curiosidad por saber lo que  estaba pasando, "¿Qué la ponía tan nerviosa?"

— Emma creo que deberíamos hablar —dijo Norman agarrándola de la mano una mañana después de desayunar.

— Ehh —Emma se sorprendió ante su pedido, apartando lo más rápido posible su mirada de él— Ahora no puedo —se excuso soltándose de su agarre— Debo ir con Ray —dijo nerviosamente mientras se rascaba la nuca para luego abandonar la habitación, dejando a Norman solo y con el corazón latiendo con desesperación.

Estaba empezando a sentirse alarmado, comenzando a teorizar que Emma había perdido interés el él. En las noches había veces que ella prefería dormir con Anna o Gilda, y otras donde la hallaba ya dormida en su cama. Sin mencionar que  Ray  y ella últimamente pasaban mucho tiempo juntos. 

Symphony (One-Shots Noremma) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora