Si hay voluntad, hay un camino
bonito de alguna manera,
y cada noche, tiene su día, tan mágico.
Y si hay amor en esta vida,
no hay obstáculo que no pueda ser vencido.
Estaba intentando buscar una posición cómoda, cuando sintió las pequeñas pataditas energéticas que daban sus hijos en su vientre, Emma sonrió con alegría pasando su mano por el abultado estómago de ya casi nueve meses, el cual albergaba a sus mellizos. Río levemente al recordar el asombro de Norman al enterarse de que estaban esperando por cuarta vez, demasiado seguido con respecto a Deo, que aún tenía un año.
Obviamente Norman se había mostrado preocupado e intranquilo, pues así había sido desde un principio, demasiado analítico y sobre protector cuando de ella se trataba, y si bien habían hasta discutido con seguir adelante, Norman había terminado aceptando su decisión, eligiendo creer que todo saldría bien. En consecuencia, se había vuelto más sobre protector y mucho más meticuloso, hasta el punto de controlar cada uno de sus pasos.
Emma suspiró con cansancio, pensando en todas aquellas exageradas atenciones que le daba, "Realmente lo amaba mucho", pero ella sabía muy bien lo feliz que Norman había estado por la noticia, después de todo sus ojos lo habían delatado desde un principio.
Cuando se logró voltear de lado, aprecio la belleza casi angelical de su marido, su cabello se encontraba revuelto tapando un poco su rostro, con cariño Emma se lo apartó viendo como se removía ante su toque, además tenía unas grandes ojeras, debido a que últimamente había estado trabajando demasiado para mejorar la calidad de vida en el refugio. Emma tembló un poco al sentir el frío aire sobre su piel desnuda. Las últimas semanas su apetito sexual había crecido, provocando el desvelo de ambos hasta altas horas de las noches, y si bien Emma luego se disculpaba con él, por apartarlo de sus responsabilidades principales, Norman verdaderamente no tenía inconvenientes con satisfacer a su mujer en lo que le pidiese, mucho menos en aquel tema.
Emma dejó un casto beso en su frente, mientras veía como la luz se colaba por las cortinas, suponiendo que ya sería de madrugada, alrededor de la hora en que Deo despertaba para tomar el pecho.
Iba a levantarse cuando fue detenida por su cálida— ¿Dónde vas? —cuestionó Norman, con los ojos aun cerrados.
Ella observó el brillante anillo en su dedo, y con su característico entusiasmo habló— Deo debe tomar su leche —
— Abrígate bien y tráelo aquí, yo traeré su cuna —dijo suavemente mientras abría uno de sus ojos, mientras buscaba su mirada— Solo tardare unos segundos en despertarme correctamente, así que no te pierdas buscando a nuestro hijo —comentó con firmeza, conociendo de sobremano como a Emma le encantaba no hacer caso, y siempre ponerlo al límite.
Un día se quedaría sin cabello a causa de sus locuras, aun así no la dejaría de amar jamás.
— ¡Claro, Querido! —aquel apodo todavía sorprendía a Norman, quien no dejaba de sonrojarse al escucharlo, y a Emma simplemente le encantaba bromear con él.
La vio salir del cuarto con tanta energía, moviéndose de un lado a otro, con su bellísimo cabello anaranjado y su redondeado vientre. "¿Qué habría hecho él para tener una vida tan fabulosa?"
~
Como supuso Emma, su pequeño se encontraba removiéndose en su cuna a punto de despertarse, con calma y como era ya habitual, se destapó un seno y sosteniendo entre sus manos a su hijo, lo colocó cerca de su pecho, e instantáneamente encontró el camino hacia su pezón empezando a sorber energéticamente.
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Symphony (One-Shots Noremma)
Hayran KurguSerie de One Shots noremma. Contenido maduro (+18)// los personajes tienen 21 años El fanart de la portada está dibujado por la increíble @Kurumi_Tokisaki-Sama✨👌