Una estrella diferente

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Era una noche hermosa,  Amaya estaba observando el cielo desde su ventana, su cabello largo y castaño se movía con el viento, sus ojos brillaban al observar las estrellas. Desde hace unos días estaba viendo a Connor, su mejor amigo, de una forma diferente, no sabía que era ese sentimiento, solo sabía que allí estaba, en su corazón, y que era una experiencia hermosa.

Al lado de su casa, se encontraba la de Connor, que también observaba el cielo nocturno, estaba pensando en Amaya, eran buenos amigos, se la pasaban muy bien juntos, pero él comenzó a notar que Amaya no le quitaba la mirada de encima, ella se portaba de una manera diferente. Él creía que no debía preocuparse por eso, era solo un niño, pero el corazón le decía algo diferente, lo cual hacia que Connor se confundiera.

En ese momento, ambos notaron la presencia de una estrella, brillaba mas que las demás, era diferente a otras, era....especial. Después de verla, Connor y Amaya pensaron al mismo tiempo 

-Tal vez algún día encuentre el amor verdadero, no se cuándo será, pero confío en que sabré reconocer a la persona indicada - 

Amaya y Connor miraron la hora, tenían que cumplir su papel de héroes nocturnos, ya era hora de salir a vigilar. Tocaron sus pulseras y se convirtieron en Catboy y Ululette, dejaron sus casas y fueron directo al cuartel. Cuando llegaron al cuartel, notaron que su amigo Greg, ya transformado en Gecko, los estaba esperando. Juntos los 3, eran los "PJ Masks".

Catboy y Ululete: Hola Gecko

Gecko: Hola chicos, por qué tardaron tanto?

Ululette: Observaba las estrellas

Catboy: Yo también, notaron que había una mas brillante?

Gecko y Ululette: Si

Gecko: Era muy hermosa

Catboy y Ululette: Realmente hermosa

Ambos se miraron y se sonrojaron, Ululette (Amaya) sintió como su corazón se aceleraba, miró los ojos de Catboy (Connor), eran azules, y muy brillantes. Catboy noto que Ululette lo miraba, se puso muy nervioso. Gecko notó los nervios de Catboy, asi que los interrumpió.

Gecko: Chicos, creo que...ya es....hora de irnos 

Catboy: (sonrojado) S-si, ya es hora de i-irnos...

Y así, nuestros héroes nocturnos salieron a ver que todo estuviera bien, pero durante toda la noche, Ululette no dejó de ver a Catboy.

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