"ÁNGEL"

Cap 4

Dove

Salimos de la Sala de armas mientras llegaban Jace y Clary.

Me estresaba el odio que me tenía Jace aunque no le hubiese hecho nada, era como si mi simple presencia me estresada.

Cuando llegaron pretendíamos irnos pero Jace tuvo que abrir su boca y arruinar el ambiente.

— ¿Has dejado a tu amiguito? ¿Él no lucha verdad? — me preguntó con un tono de burla en la voz.

Esta situación a parte de molestarme comenzaba a dolerme a nivel personal, estaba aquí por él y me trataba así.

Me acerqué a él de nuevo .

— Una palabra más, un comentario ofensivo más, y perderás tu puesto como uno de los shadow hunters más reconocidos Jace Herondale. No me tientes — le dije fría y sería.

Él se intentó acercar intimidante pero en ese momento Izzy alejó a Jace y unos brazos me separaron de él, sujetándome por la cintura .

No tenía que girarme para saber que se trataba de Alexander.

Ignoramos lo sucedido y seguimos nuestro camino.

— Mierda, hago que este collar se vea tan bién, el rojo es mi color,¿no crees Dove?— dijo Izzy mientras entrelazaba su brazo con el mío y reí.

Iba a contestar pero ella habló antes.

— No, miento, el rojo es tu color hoy, te ves preciosa — me dijo mientras miraba de reojo a su hermano, no entendí.

— Izzy, ¿puedes dejar de babear sobre el collar? Sinó daseló a Jace, no creo que Magnus lo quiera si está lleno de babas. — dijo Alec e Izzy le miró con una sonrisa en la cara.

— Yo no estaría tan segura hermano, a los hombres les gusta que admiremos sus joyas — dijo burlona y me reí con ella.

Sentí la mirada del pelinegro sobre mi .

En cuanto leímos el cartel de la entrada entendí que era momento de estar alerta, uno nunca sabe lo que puede suceder en un lugar en el que hay tanta gente del submundo mezclada con mundanos.

Estaba al lado de Izzy y a mí derecha tenía a Alexander, el cuál tenía la mirada seria .

Clary y Jace iban delante nuestro.

Bufé y entramos, al momento de entrar mis oídos comenzaron a zumbar por el volumen de la música, había energía demoníaca muy fuerte, debido a la aglomeración de subterráneos.

Temblé, pero mantuve la compostura.

Caminamos mezclándonos con ellos, no bajaba la Guardia en cualquier momento, mis runas especiales camuflaban incluso el olor de mi sangre, pero no quería confiarme.

Vi cómo todos comenzaban a separarse y decidí aferrarme al brazo de la primera persona que encontré, cómo no , Alexander.

–¿Te dan miedo un par de demonios ?– me preguntó con el semblante serio .

– Podrías ser un poco más simpático sabes, soy la nueva, deberíamos llevarnos bien – le dije y sentí su mirada sobre mi.

– ¿Lo dices en serio ?– me preguntó y desvíe la mirada .

– No – dije con una sonrisa y él bufó .

– Eres rara – me contestó.

– Y tu un muermo – le dije de vuelta , de un momento a otro me quedé a solas con él , los demás parecían haber desaparecido .

Él me miró fijamente y de alguna manera sentí un escalofrío.

–¿Sabes ? Eres – intentó decirme pero de los nervios que sentí le interrumpí .