(...)
-Bruno, mira cómo se mueve.
-Es alucinante, amore.
Ambos estamos acostados en la cama, tras un largo día con los abuelos. Lía también en su cama, dormida, después de tanto juego, ha caído rendida. Nuestra pequeña bebé, se estaba moviendo demasiado, justo en este instante. Nosotros no podíamos evitar, observar embobados los movimientos en mi vientre.
-Tenemos que decidir su nombre, no podemos continuar diciéndole "bebé"-comenta Bruno, acariciando mi vientre suavemente.
-Se va a llamar Isabella.
-¿Cómo?-Bruno se incorpora, mirándome totalmente sorprendido.-Pero Julieta, no hace falta que...
-Está decidido, se va a llamar Isabella-él sonríe ampliamente, abrazándome fuerte.
-Muchas gracias, mi amor. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo.
Comienza a repartir besos por toda mi cara, haciéndome reír a carcajadas. Luego baja hacia mi vientre, dejando mil besos, nombrando a nuestra pequeña. Después nos arropa a ambos, abrazándome, mientras esconde su cara en mi cuello. Acaricio su espalda desnuda con una mano, con la otra acaricio su cabello sedoso. Bruno deja una mano en mi vientre, sintiendo a nuestra pequeña, y ambos nos dormimos así.
A la mañana siguiente, despierto con Bruno aún abrazado a mí. Hoy cumplo ocho meses de embarazo, vamos a celebrar un baby shower, preparado por mis suegros. Desde que conocieron a Lía, pasamos con ellos casi todos los días. Les encanta estar con ella, y mimarla. Cuando no estamos en su casa, vienen ellos aquí, con algún regalo. En muchas ocasiones, se quedan con ella, para que Bruno y yo, estemos un rato a solas. Aunque siempre la echamos de menos, y tardamos muy poco en recogerla de nuevo.
-Amore, despierta...-acaricio la espalda de Bruno, tratando de despertarle. Él ronronea, abrazándome más fuerte.-Vamos cariño, al menos déjame ir.-Niega con la cabeza, volviendo a ronronear, acomodándose.-Bruno, necesito ir al baño, no aguanto más.
Él suelta una pequeña risita, dejándome libre por fin. Voy corriendo hacia el baño, cerrando la puerta sin cuidado. Hago mis necesidades, cepillo mi pelo, lavo mi rostro, mis dientes, antes de regresar a la cama. En cuanto me tumbo, él vuelve a rodearme con sus brazos, dejando un beso en mi frente.
-Hoy esta pequeñita, cumple ocho meses-dice él, acariciando mi vientre.
-Así es... Falta un mes, para conocer a esta princesita.
-Tengo muchísimas ganas de conocerla, seguro que es tan guapa como tú.
-O quizá, es tu viva imagen, igualita a papá.
Justo cuando Bruno besa mis labios, escuchamos cómo se abre la puerta. Aparece Lía, con su peluche, subiéndose a nuestra cama. Bruno la toma entre sus brazos, dejándola en medio de nosotros.
-Buenos días, mi amor. ¿Has dormido bien?-le pregunto, besando su frente.
-Sí, mami.
-Mamá y yo, hemos decidido el nombre de tu hermanita. ¿Quieres saberlo?-Lía asiente con la cabeza repetidamente, posando su mano en mi vientre.-Se va a llamar, Isabella.
-Isabella-repite Lía.-¡Hola, Isabella!
La bebé da una patada en respuesta, provocando que Lía se ría. A ella se le une Bruno, e intentan que Isabella responda. Mi pequeña parece disfrutar con ellos, porque está haciendo una fiesta dentro de mí.
-Venga chicos, vamos a desayunar. Después tenemos que prepararnos, hoy es un día especial-les digo a ambos, para que mi bebé se calme un poco. Se mueve tanto, que a veces suelta una patada ninja, dejándome sin aire.
Bruno toma en brazos a Lía, llevándosela dando saltitos. Ahora que los veo tan alegres, recuerdo que debo de planear el cumpleaños de Bruno, que es dentro de un mes. Los tres desayunamos rápido, ya vamos tarde, aún tenemos que arreglarnos. Por suerte, ya escogí la ropa de Lía anoche, además de que una de las sirvientas, nos está ayudando a prepararla.
Bruno y Lía, terminan de prepararse, quedándose en el salón viendo dibujos. Solamente falto yo, ya que tardé arreglando mi cabello. Me pongo mi vestido, color rosa, tratando de abrochármelo. Pero es imposible, no llego al maldito broche, no hay forma de cerrarlo.
-¡BRUNO! ¡BRUNO!-le llamo, repetidamente.
-¿Qué pasa? ¿Estás bien?-Bruno interrumpe en la habitación, con la pistola en mano, apuntando a todos lados.
-No alcanzo al broche, ayúdame por favor...-hago un puchero, sujetando el vestido.
-Me asustaste, Julieta-guarda su arma, para subir el broche de mi vestido, dejando un beso en mi cuello.-Estás hermosa, amore mío.
Doy la vuelta, pasando mis brazos por su cuello, besándole. Me pongo mis zapatos, antes de irnos, bajando corriendo. Ya vamos un poco tarde. René y Lía, ya están montados en el coche. Bruno toma asiento atrás con Lía, dejándome a mí el asiento del copiloto. Vamos escuchando canciones infantiles, mientras los chicos cantan animadamente.
Observo todo el lugar, cuando llegamos, está decorado en tono rosa pastel. Lía corre hacia sus abuelos, mientras que Bruno abre mi puerta, ayudándome a descender. Entrelazamos nuestros dedos, entrando igualmente. La familia de Bruno, nos reciben con los brazos abiertos. Entramos al jardín, viendo completamente toda la decoración, se ve hermoso. Los ojos se me llenan de lágrimas, no puedo evitar emocionarme al ver todo.
-Oh cielo, ¿no te gusta?-me pregunta mi suegra, asiento con la cabeza, acercándome para abrazarla.
-Todo está precioso, muchísimas gracias.
Después de una ronda de abrazos, con mis suegros, Bruno se acerca para secar mis lágrimas. Beso sus labios, entrelazando nuestras manos, antes de acercarnos a saludar a toda la familia. Lía corre de un lado a otro, con mi suegro, jugando al pilla pilla. Sus risas, llenan casi todo el jardín. Aprovechamos para tomar asiento, con todos los familiares, quienes nos comienzan a dar regalos para nuestra pequeña. Los abrimos uno a uno, agradeciendo siempre al familiar que nos lo había traído. Parece que no tenemos que comprar ropa para Isabella, en un período largo de tiempo. Puesto que nos han regalado demasiada, inclusive han traído algunas cositas para Lía.
-¿Habéis decidido el nombre?-nos pregunta, mi suegro, sentado a nuestro lado. Miro a Bruno, haciéndole una seña, para que se lo diga él. Es su familia, prefiero que él haga el honor.
-Sí, se llamará Isabella-responde Bruno.
Sus padres nos son capaces de esconder sus sorpresa, pero sin duda, están encantados con nuestra elección. Continuamos disfrutando del baby shower, jugando a los diversos juegos, pero enseguida me siento agotada. Esta barriga pesa ya mucho, y provoca que me canse rápido. Además los zapatos me matan, tengo los pies hinchados, necesito quitármelos.
-¿Estás bien, amore mío?-pregunta Bruno, arrodillado frente a mí.
-Sí cariño, sólo estoy un poco cansada, y me duelen los pies.
-Espera un momento, ahora vengo amore-se levanta, dejándome allí con el ceño fruncido. ¿A dónde va? Lo espero, como me ha dicho, cuando vuelve con una bolsa.-Como sabía que esto podría pasar, te he traído tus tenis.
Justo como ha dicho, saca unos tenis de la bolsa. Suelto una carcajada, siempre me sorprende con sus ocurrencias. Quita mis zapatos, metiéndolos en la bolsa, y procede a colocarme los tenis. Primero coloca mis calcetines, después los tenis, atando los cordones. Esta detalle que ha tenido, me parece precioso. Sin duda, este hombre, me enamora cada día más.
-Muchas gracias, amore mío-le digo, besándole.
-Prego, principessa.
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Bruno De Luca (TERMINADA EN PROCESO DE EDICIÓN)
RomanceJulieta Caruso, una chica bondadosa, estudiante de medicina, y amante de ayudar a los demás. Era la hija menos querida, por su deseo de ayudar a los más necesitados. Pues para sus padres, era malgastar el tiempo. Pertenecía a una familia muy rica, L...