Capitulo 50

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DE LA MANO CON LA MUERTE

Jaime:

Esa zorra me golpeo con fuerza, subestime a esa maldita. Busco una linterna y salgo de la cabaña para busca a mi princesa, veo el azul de su chaqueta, no comprendo por que huye si ambos nos amamos, esa maldita de Azul esta arruinando todo mi plan, esta alejando a mi Makis. Corro tras de ella, ella tropieza y cae, yo sujeto su cintura para ayudarla a levantarse.

-Makis, amor no tienes por que huir.

Azul: Error hijo de put...

Golpeo su estomago para que se calle. Maldición.

-¡MARÍA CRISTINA!

Grito, luego sujeto el cabello de Azul y la arrastro a la cabaña, golpeo su cabeza, pero solo por que ella lo merece, ella tiene que se castigaba por lo que hizo, todo es su culpa. La esposo al camarote, busco el combustible y lo esparzo por toda la cabaña y también sobre su cuerpo.

-Es tu culpa, solo tuya... Maldición, así no tenia que terminar. Tu te ganaste esto.

Enciendo y apago mi encendedor repetidas veces, Azul llora y me siento superior al tener el control.

Azul: Púdrete.

-Así le hablas a quien tiene tu vida en sus manos, maldita desagradecida.

Azul: Termina con esto de una maldita vez.

-Como quieras perra, pero para que veas que soy bondadoso no cerrare la puerta... Sabes fue divertido mientras duro bonita, pero ambos sabíamos que era pasajero.

Azul: Maldito enfermo de mierda.

-Lo disfrutaste igual. Adiós. Disfruta del las llamas.

Dejo caer el encendedor, miro por un momento como el fuego se esparce y luego salgo en busca de mi Makis. Los gritos desesperados de Azul se escuchan con fuerza, y yo solo sonrió al escucharla. Me siento victorioso, importante, no tengo remordimiento alguno.

Azul:

Las llamas avanzan y crecen cada vez mas rápido y yo solo puedo luchar por zafar las esposas, pero no logro nada. El calor crece y siento la necesidad de retirar la chaqueta, se que no tengo salida. Moriré. Pero entonces encuentro algo ocultó en la chaqueta.Intento usar la navaja para abrir la esposa, pero mis manos parecen gelatina y la navaja cae.

El fuego esta mas cerca y siento miedo, morir quemada es mi mayor temor y solo comienzo a llorar. Las llamas queman parte de mi pierna, grito de dolor e impotencia, como puedo apago el fuego creciente con aquella chaqueta, el aire es mas escaso y comienzo a toser, tengo la certeza de que nada puede doler mas que esas quemaduras en mi cuerpo y entonces sin pensarlo dos veces tomo mi pulgar y lo doblo con todas mis fuerzas hasta que el hueso sede y por fin soy libre de esas malditas esposas que estaban quemando mi mucheca.

Corro a la salida pero ya todo esta en llamas. Yo estoy en llamas.

Makis:

Comienzo a correr esta oscuro y agregando que mis lagrimas nublan toda la luz que proviene de la luna, caigo y tengo que luchar por no gritar, aunque aquello no me detiene, corro con todas lo que mis piernas me permiten, no me importa que este golpeándome con ramas por ir a ciegas, lo único que quiero es huir. Llego a otra cabaña busco ayuda, pero esta vacía; entonces escucho su voz, un grito, el esta gritando mi nombre y el terror crece, vuelvo a correr hasta que miro otra cabaña y a unos cuantos metros de esta la luz de un auto, siento paz al saber que estoy cerca de la carretera.

Ahora solo somos uno - Ventino y Cnco TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora