Ahora solo somos uno - Ventino y Cnco TERMINADA

Capitulo 49

EL INFIERNO SE REVELA 

Olga: 

No puedo describir lo que siento ahora, veo como Juliana se desmorona, yo busco refugio en los brazos de Natalia, me siento culpable, responsable por dejarla y entonces lo recuerdo, recuerdo cuando todo cambio y por eso simplemente ingreso los datos de su antiguo celular, esa es nuestra ultima esperanza y  sabiendo eso volvemos a la camioneta.

Makis: 

El pecho me duele, siento el ritmo acelerado de mi corazón, parece que al aire es cada vez mas escaso, tengo un nudo en la garganta, ya no soporto mas, ya no puedo escuchar como la golpea y como puedo sujeto sus piernas, pero mi voz se niega a salir, pues esta ahogada por el llanto, mis suplicas se vuelven sollozos, me arrodillo frente a el para que me mire, para que se detenga y cuando me mira puedo ver en sus ojos el pánico al verme en ese estado.

—Te... Te ruego... Que te detengas... Ya no la golpees mas... Ya no mas por favor... Te lo suplico.

Blue: Makis. Amor, no llores. No llores bonita.

—Solo detente.

Mi voz suena estrangulaba por el llanto.

Blue: Lo que quieras lo haré mi princesa, estoy dispuesto a todo por ti.

Aquello me sorprende, su actitud, pienso el hecho de que su obsesión conmigo abre una pequeña posibilidad, tal vez aun tenga una oportunidad, y si para eso tengo que parecer sumisa y resignada a estar con el lo haré.

—¿A todo?

Blue: Si, por ti lo que sea princesa.

—Permiteme curar sus heridas.

Blue: ¿Por que te importa tanto esa basura?

—Por que esta mal y necesita ayud...

Blue: Siempre pensando en los demás.

—Te lo pido.

Blue: ¿Que gano con eso?

Maldito bastardo, puedo sentir su miraba recorriendo mi cuerpo y el asco me impide hablar, pero pienso manejar la situación a mi favor.

—Mi gratitud, mi confianza.

Blue: Enserio bonita... No eres muy buena para negociar.

—Dijiste que harías lo que fuera por mi ¿Acaso mentiste?

Al confirmar que el esta dispuesto a ceder por mi encontré un punto a mi favor, pues su obsesión es tanta que parece querer complacerme en todo, ahora frente a mi esta un recipiente con agua caliente y un pañuelo, ademas de ropa nueva e idéntica para ambas,  mantengo mi mirada fija en el y en como lleva el maltratado cuerpo de Azul a ese viejo colchón, cuando quiere volver a poner las cadenas en sus manos, lo detengo.

—Eso no es necesario.

Blue: No me creas tan estúpido Maria Cristina.

Su voz me genera pavor, agacho mi cabeza en señal de sumision y repico en voz baja, suave y tierna, pero aun audible para el.

 —Esta muy mal, no puede hacer nada en ese estado y las cadenas solo la lastiman mas.

Una vez mas el me complació en mi deseo, aunque justo antes de salir levanto un poco su mascara y me beso a lo que yo intente alejarme sin mucho éxito.

Blue: Por ahora me conformo con eso. 

El suelta mi mano, y podría jurar que sonrie.

Blue: Cambia esa ropa que tienes por la que te traje y la de ella también.