Capitulo 51

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EL ULTIMO ALIENTO DE VIDA

Natalia:

La explosión impulsa mi cuerpo asía atrás con una fuerza desmedida, mi cuerpo impacta el suelo y todo el aire se me escapa, siento el crujir de algunos de mis huesos, intento levantarme, pero estoy aturdida y tan adolorida que me duele el estar viva, estoy confundida, nada tiene sentido miro el auto y lo entiendo, no logre salvar a Makis y grito, grito con todas mis fuerzas, grito hasta que siento que mi garganta se desgarra y duele. Siento el sabor de la sangre en mi boca y su tenue calor en mi rostro y al pasar mi mano por mi cara esta solo se tille de un fuerte rojo mezclado con la abundancia de mis lagrimas. Me levanto y camino para estas mas cerca del auto, no importa cuanto me cueste, ya no importa, yo solo quiero estar con Makis, siento el calor del fuego, pero ya no logro mantenerme en pie y caigo con fuerza al suelo y es en ese momento cuando lo escucho, escuchó las sirenas; están cerca, intento volver a moverme, pero todo en mí duele, es como si mil agujas se clavaran en mi cuerpo. El dolor es insoportable, mi pecho siento como si estuviera por explotar, mi visión está borrosa, me arrastro sin importar cuanto me lastime al hacerlo, pero ahora yo quiero estar cerca de mis amigas, ellas están inconscientes, pero vivas y me necesitan. Logro ponerme de pie, pero solo consigo dar un paso y vuelvo a caer.

Sujeto la mano de Olga, esta fría e inerte la muevo un poco, pero no responde, la ansiedad y el miedo crecen y las lágrimas se hacen presentes. Siento un miedo irracional, tengo tanto miedo de perderlas, y ese mismo miedo me paraliza , siento que mi vida se me escapa entre las manos, y lo que es peor la vida de mis hermanas, mis esperanzas desaparecen junto con mi poca fuerza. Soy presa del terror, de la inseguridad, del dolor, pienso en rendirme, en simplemente cerrar mis ojos y descansar, pienso que morir es lo único que me queda, y entonces veo la ambulancia, el carro de bomberos y los policías, quiero gritar pero el aire me falta y ya no puedo moverme. Escucho los gritos y distingo la luz de las linternas, rastrean el terreno, revisan el auto y el recuerdo de Makis me destruye el corazón, mi pequeña a la que no logre salvar. Makis a quien deje morir. 

— ¡Están aquí!

Grita uno de los oficiales, todos corren en nuestra dirección, están aquí para ayudarnos, para salvarnos.

Veo como uno  paramédico revisa a Camila

— Está viva. — Lo escucho gritar, para luego ponerle un cuello ortopédico y llevarse su cuerpo en una camilla. Veo como luchan por estabilizar a Juliana mientras convulsiona

—Está perdiendo demasiada sangre... ¡La estamos perdiendo!

Escucho antes de que desaparezca, entonces siento como mueven a Olga.

— ¡No tiene pulso!

Gritan mientras intentan hacer que reaccione, escucho el uno, dos, tres repetidamente... Tengo pánico y el terror amenaza con termina de devastarme completa, tengo tanto miedo... Intento... Yo intento no soltar su mano, pero la alejan de mi.... Siento... Como  pasan una mano por mi cuello e inspecciona mi pulso.

— Aun tiene pulso, pero es débil necesita atención inmediata.

Creo que eso es o escucho, pero estoy cansada mis parpados pesan, lucho por mantener mis ojos abiertos, aunque en parte solo quiero cerrarlos, yo solo quiero descansar... Miro el auto, el fuego y me desespero causando mi pecho suba y baja con violencia, mi pecho duele.

— Makis... Ayuden a Makis...

Luchan por calmarme, pero siento una súbita subida de adrenalina mezclada con terror.

Ahora solo somos uno - Ventino y Cnco TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora