One Shots Anime

Zeref Dragneel X Fem!Lectora {Fairy Tail} I

[Posible OoC]
[Antes que el manga]

Primer encuentro.

(T/N) y Zeref se habían conocido cuando ella era pequeña, con tan solo diez años de su parte.

Era el día nublado y tranquilo tras una noche de tormenta, el suelo enfangado manchaba los pequeños pies de la niña. Caminó durante algún tiempo, sin saber a ciencia cierta cuanto duró haciéndolo, sorteando ramas caídas y raíces altas. Fue en una de esas raíces donde su pie quedó enganchado, haciendo que tropezarse y cayese por una pendiente hasta chocar con un chico de ropas extrañas y cabello negro. La vegetación a su alrededor estaba muerta y, al notar a la niña tras despertarse, el joven se exaltó, alejándose de la chica.

—Aléjate, podría hacerte daño.— La pequeña lo miró, moviendo agitadamente su cola.
—¡Espere!— El grito de la joven detuvo momentáneamente al chico, que intentaba evitar que su maldición se activara.
—Seas lo que seas soy peligroso para    ti.— La niña estuvo tentada a huir, presa del miedo de que fuese otro cazador, a pesar de que no tenía pinta de serlo, pero necesitaba ayuda de alguien si quería continuar viva.
—Y-yo...— Tragó sonoramente para calmarse y habló de nuevo. —Estoy perdida, necesito ayuda. Estoy segura de que podré sobrevivir a lo que sea que le haga peligroso, pero por favor   ayúdeme.— El joven con las rojas ropas manchadas ahora de barro negó.
—No podrás, sea cual sea tu magia sucumbirás a mi maldición, encontrarás a alguien más si sigues bajando.— (T/N) se levantó, apoyando su mano en su rodilla adolorida.
—Sobreviviré a su maldición, las hadas no morimos por cosas como esas.— El chico enfocó su negra mirada en las deterioradas alas de la pequeña.
—Eres una niña aún, no puedes entender la gravedad de mi— El chico no fue capaz de acabar la frase debido a que soltó un gruñido y llevo sus manos a la cabeza. De pronto una extraña ola de magia salió de él, matando un conejo blanco que estaba allí. Él levantó la vista, viendo a la chica sin entender cómo seguía ahí de pie, viva y sin huir. —¿Co-como...?—
—Te lo dije, puedo resistirlo. Las hadas estamos hechas para esto. Y ahora podré comer algo, no se me da bien cazar.— Se acercó al animal, aunque se notaba a leguas que eso no le agradaba.
—Soy (T/N), encantada de conocerle, señor maldito.— Él se aproximó a ella, aún cauteloso, y le arrebató el conejo de las manos.
—¿Como se que querés un hada real? Y, si lo eres, ¿por qué no saliste volando del bosque?— La sonrisa de (T/N) vaciló un poco.
—No puede saberlo, si no ha visto antes a otras hadas tendrá que fiarse de mí. Además, mis alas no funcionan y no puedo volar.— Una ráfaga de viento la hizo temblar.
—Ven conmigo, hay una cabaña deshabitada donde puedes cobijarte esta noche. Mañana te enseñaré el camino al pueblo más cercano desde allí. Niños tan pequeños como tú no deberían vagar solos tarde.— La chica frunció el ceño, ella era un hada y no era una niña pequeña, pero no podía desaprovechar la oferta de comida, estaba segura de que podría comer ese conejo, y un lugar techado para la noche.

Caminaron hasta la prometida cabaña, el camino estaba lleno de árboles, hierba y restos de animales muertos. En el tiempo que tardaron en llegar, una hora quizá, el chico pareció tener extraños dolores de cabeza una vez. Al llegar,     (T/N) entró en la cabaña, siendo seguida por el pelinegro. Durmieron en el suelo ya que no había ningún mueble mejor y él le cedió las dos mantas que tenía diciendo que ella las necesitaba mucho más.