Un golpe en la puerta despertó a los amantes de su sueño. El más joven de los dos miró el despertador con los ojos bien abiertos.
"Mierda." Maldijo, el reloj de la mesita de noche leía, 10:45.
"¡Tony! ¡Tienes que levantarte! ¡Tienes una reunión a las once y la estás cortando muy cerca!" La voz de los Pepper se extendió por toda la habitación.
Tony se levantó rápidamente y se puso sus boxers antes de ir a la puerta y abrirla un poco. Sonrió a la rubia frente a él, "Estaré listo".
"Bien, bien apúrate." Pepper dijo mirando al hombre extrañamente antes de alejarse.
Tony suspiró aliviado, cerró y cerró la puerta con llave. "Lo siento por eso." Se disculpó con su amante más joven, que se estaba apresurando a ponerse la ropa.
"Está bien. Necesito ir a la escuela antes de que llamen a la tía May, sin embargo". Peter respondió, abrochándose el cinturón en sus jeans. Tony se acercó al niño y lo envolvió con sus brazos. "¿Qué estás haciendo?" Peter rió, sintiendo en el toque de su amante.
"No quiero que te vayas". Tony puso mala cara.
"Lo siento, si te hace sentir mejor, no me gusta más que a ti". Peter suspiró. Eso hizo reír al hombre de cabello oscuro. Tony ayudó a Peter a ponerse su suéter y le ayudó a subir la cremallera.
"Te amo." Dijo colocando un dulce beso en los labios del adolescente.
"Y yo te." Peter regresó, lamiendo sus labios, antes de abrir la ventana y alejarse.
