DÍA 2: LEATHER JACKET

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El eco de la pelota impactando con fuerza contra el suelo del gimnasio y los chirridos de los zapatos deportivos se habían extinguido para dar paso al ruido metálico de las barras y el roce de las bayetas acariciando el suelo.

- Muy bien chicos, ya podéis ir a los vestidores. –grita el entrenador- Aseguraos de secaros bien, no queremos bajas de última hora, ¿entendido?

- ¡Sí!

- ¡Kenma-san!

- ¿Qué quieres, Lev?

- ¿Me lanzarías la pelota una vez más?

- Oh, ¡yo también me apunto! –grita Inuoka emocionado.

- No.

- ¿¡Por qué!? –exclaman los dos menores.

- Porque estoy cansado y quiero quitarme el sudor de encima... Odio sudar... Y también quiero seguir la partida de la PSP. –susurra el setter abandonando el gimnasio, seguido de cerca de los otros dos.

- ¡Pero Kenma-san! ¡Si no me lanzas la pelota, no mejoraré!

- ¡Y yo no quiero dejar de ser titular! Me pasé medio primero en la banca, ¡y no quiero volver!

- ¿Medio primero? ¿Por qué? –pregunta el medio ruso curioso.- No tuviste ninguna lesión, ¿no?

- Fue porque llegaste tú, Lev... -responde el castaño con cierto resentimiento en la voz.

- Oh...

- Eh, ¡vosotros dos! ¡Dejad a nuestro cerebro tranquilo!

- ¡Pero Yamamoto-senpai!

- ¿Pensáis seguir con eso de sangre, corazón y cerebro? –murmura Kenma mientras agarra la toalla y se dirige a las duchas.

- ¡Claro que sí! ¡Es motivación extra! –grita Yamamoto para después, mirar a Inuoka y a Lev- He dicho que lo dejéis en paz y listo.

- ¡No es justo!

- ¿Tenéis algún problema?

- ....No, me voy a duchar. –responde rápidamente Inuoka ante la mirada de pandillero del mayor.

- Pero... Oh, yo también.

Entre conversaciones y risas, los integrantes del club de vóley del Nekoma se van retirando a medida que se duchan y recogen sus cosas, despidiéndose y deseándose un buen fin de semana.

Acostumbrado a hacer parte del camino con Yamamoto, Inuoka y Lev, Kenma se sienta en una banca a esperarles mientras enciende su PSP. Al poco rato, los otros chicos lo llaman, iniciando el retorno a casa.

- ¿Alguno de vosotros sabe cómo les va a los senpais en la universidad? –pregunta Inuoka.

- ¡Yo sé que Yaku-san sigue siendo el más bajito de su curso!

- Lev... Después de todas las patadas, ¿aún sigues recalcando su estatura? ¿Acaso eres masoquista? –comenta Yamamoto incrédulo.

- Sí, es un masoquista.

Sorprendidos por la nueva voz, tan dolorosamente conocida, los tres chicos alzan la mirada para reconocer a un superior suyo de sonrisas felinas.

- ¡Kuroo-senpai! –gritan los tres chicos emocionados.

- Hola Kuroo... -susurra Kenma con la mirada fija en la consola.

- Hola chicos, espero que os estéis dejando la piel en los entrenamientos.

KuroKen Week 2018Where stories live. Discover now