Capítulo 43

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Llegamos a casa luego de algunos 45 minutos de reunión, mi madre y Stefanie ya están listas con todas sus maletas y hablan con Rosa en la cocina, Rosa siempre tan amable y me sonríe pícaramente al verme entrar a la cocina junto a ____, no puedo evitar que la sangre suba directamente a mis mejillas, ya sé que piensa todo el tiempo y bueno, es verdad, pero aún así es vergonzoso. Luego de saludar a Rosa voy directamente hacia mi hermana y mi madre quienes están en el desayunador comiendo una tarta de limón, ambas me abrazan efusivamente al mismo tiempo.

____ sólo da los buenos días al entrar, no las habíamos visto desde anoche, al salir esta mañana ambas dormían, como es de imaginarse no son madrugadoras, típica madre y hermana de Margaret Lindemann, mi madre se levanta a abrazarlo con la misma energía tomándolo por sorpresa, ____ odia los abrazos, pero mi madre ama los abrazos, dice que un abrazo puede
cambiarle el día a alguien que esté pasando por un mal momento, ahora tendrá que aguantarla.

____ sólo sonríe pero una sonrisa de incomodidad que yo conozco, niego con mi cabeza mientras me río. Les habíamos dejado dicho con Rosa que tuvieran listas las maletas, que íbamos a pasar por ellas luego de la reunión y así fue, el chofer ya había llevado sus maletas hasta la limusina que nos iba a llevar al aeropuerto donde el jet de ____ estaba esperando para despegar.

Nos despedimos de Rosa, quién me dá un largo abrazo y a mi madre y Stefanie que al parecer le cayeron bien, como es de imaginarse a ____ lo
abraza sorpresivamente pero él la fulmina con la mirada, con ella si tiene confianza como para reprocharle esos gestos.

-Apuesto que a Maggie no la mira de esa forma cuando lo abraza, ¿eh? -golpea el brazo de ____ con su codo mientras guiña un ojo.

____ observa a Rosa con su expresión más neutral, ella le dá una tarta de limón para que comiéramos en el camino y un jarro de café, de ese riquísimo de selección francesa que invade mis fosas nasales y se me hace agua la boca, no puedo evitar tomar un sorbo antes de salir de la casa y Rosa me mira con una sonrisa de oreja a oreja mientras agradezco.

El chofer nos lleva hasta el jet, lo diviso desde lejos por las enormes letras que forman Anderson en color rojo sangre, no es un viaje muy largo, me recuesto sobre el hombro de ____ mientras él extiende su brazo para que me
recueste más cómoda en su pecho mientras lee algo en su laptop, y sí que es cómodo, casi en instantes me quedo dormida sin percatarme que pasa a mi alrededor.

Unos suaves y cálidos labios en mi nariz me despiertan, intento abrir los ojos y lo logro hasta que estos se acomodan a la luz, y más besos en mi nariz y en toda mi cara, y luego en mi cuello, no puedo evitar reír sonoramente.

-____ -riño, él se carcajea, llamando la atención de mi hermana que nos observa divertida, por suerte mi madre está dormida, sino se le hubiese
ocurrido cualquier cosa vergonzosa, eso lo sé.

____ va a cambiarse y se lo agradezco, no quiero que se aparezca ante mi familia con un traje empresarial de diseñador. Yo también me cambio, no quiero tener que ver a mi padre y de paso llevar un vestido súper apretado que no me deje respirar para maldecir bien.

Una vez que ____ se ha sentado a la par mía, observo el archivo que está leyendo, son estadísticas con barras de colores y demasiados números que me causan ceguera, pestañeo varias veces para tratar de mirar más claro pero me es imposible, ____ sonríe al verme tan intrigada en algo que está seguro no entiendo.

Comemos la tarta de limón y tomamos el café que aún se guarda caliente por el bendito recipiente, mientras ____ me explica todos esos
números que marean hasta que arribamos en la bendita ciudad de Miami.

Bajo del jet e inmediatamente un aire templado golpea mi rostro haciendo que cada rizo en mi cabeza se revuelva dándome un aspecto despeinado casi de inmediato, que lindo, así me recibe mi ciudad, ya me siento en casa, aunque en Stefanie no tiene el mismo efecto por las cantidades de fijador que acostumbra usar al igual que mi madre; aunque mamá sí tiene que sostener su vestido marrón porque el viento hará que todos aquí tengan una excelente
vista de sus calzones con recogidos extraños.

Esposa De Mi Jefe © Maggie Lindemann / Male - Terminada -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora