—Sou-kun te has levantado temprano —dijo Soraru levantando una ceja y tomando asiento en el comedor. Intentó charlar normalmente, como si lo de la ducha nunca hubiera sucedido.
—S-sí, le hago el desayuno a todos.
—¿Tienes hermanitos?
—¿Cómo sabes?
—Lo supuse —Soraru veía su plato con media sonrisa. En un bowl de arroz, huevo y salchichas, notó que estas ultimas tienen forma de pulpo—, debes ser un buen hermano eh...
—Soy el del medio, cuido a mi hermano menor y dos mayores trabajan, aunque uno de ellos pasa tiempo con el menor cuando no estoy —explicó—, supongo que ahora que no estoy en casa...mi hermano debe estar cuidando del pequeño —asomó una sonrisa—. Ah~...Mafumafu-san tenía razón al decir que extraño a mi familia.
—¿Y tu madre?
—Me inscribió aquí, mientras está en un viaje...
Mientras el menor y mayor de la casa interactúan, por la puerta aparece Mafumafu con un aura de frescura, como si hubiera dormido muy bien.
—Cuánta energía —mencionó Soraru ocasionando que Sou riera bajito—. Te serviré el desayuno.
—Oh, ambos están aquí~, ¡Y gracias Soraru-san! —dijo alegre sentándose en a un lado de Sou—.¡A que no saben lo que es esto! —sacó de detrás de su espalda un libreto—. Son algunos datos del programa, de Développement~...¿Y dónde está Eve-kun?
—Salió con unos amigos —respondió Sou—. ¿Puedo echarle un vistazo?
—Claro, toma.
—Veamos...dice la cantidad de cámaras en toda la casa...¡Son muchas!
—Supongo que tendremos que ser más normales que nunca —agregó Soraru sirviéndole el desayuno a Mafumafu y sentándose—. ¿Sou-kun trabajas hoy?
—Nope, hoy es domingo —respondió—. Ah~, quiero ver la televisión...
Los tres pasaron al cuarto de entretenimiento, se sentaron con una postura a punto de acostarse en el amplio sofá y prendieron la tv. Se cubrieron con frazadas y tomaron distancia uno del otro. Mafumafu se sentó en una punta del sofá, Sou a su lado, en el medio. Por último, Soraru al lado de Sou.
Los tres escucharon la puerta de la casa, escucharon aquel sonido de su primer día al ingresar en la casa de Développement.
—Qué cómodos se ven —mencionó Eve ingresando a la habitación donde están los demás—. ¿Puedo sentarme?
—¿Cómo te fue? —preguntó Mafumafu.
—He ido a hablar con mis amigos, solo eso —respondió Eve tomando parte de la sábana y sentándose junto a Soraru.
Mientras veían la televisión, Sou al mismo tiempo miraba con cariño las máquinas expendedoras. Se levantó sin resistir la tentación. Él veía la máquina como si brillara, o como si lo llamara.
Sou siempre había amado ese tipo de maquinas. A la salida de su instituto siempre pasaba por una de esas.
—Oh, ¿Qué es esto? —Eve vió el libreto en la mesita que hay frente al sillón. Comenzó a leerlo—. Vaya, dice que podemos ver nuestros propios capitulos, ¿No es genial?
—Eh~, ¿Entonces puedo ver a Soraru-san durmiendo?
—Cállate Mafumafu—dijo Soraru entre breves risas.
—Pondré el primero a ver qué tal. Soraru-san, préstame el control remoto.
—Toma.
Sou llegó casi corriendo a sentarse en el sofá junto a los demás. Trajo un café para él y golosinas para el resto.
Todos felices y emocionados esperaban verse a sí mismo en pantalla. Eve no encontraba qué botón del control remoto le llevaría hacía aquella parte donde se encontraba el programa. Comenzó a tocar todos los botones y hasta descubrió funciones que los televisores de los participantes no tendrían. Cosas como 3D o algo llamado "modo deporte". Ignorando eso, tocó justo el botón que estaba buscando; una aplicación de Développement se abrió.
Antes de poder ingresar, un aviso se presentó.
—"Se podrá ver todo lo que pase en la casa... —leyó Soraru —, aunque, posiblemente cree conflictos".
—No importa Eve, sólo pon "aceptar" —agregó Mafumafu.
—¿Y si es importante? ¿A qué se refiere con "conflictos"?
—¡Sólo acepta! —alentaron todos.
En la pantalla, luego de aceptar, apareció una sección con espacios vacíos a excepción del primer lugar, donde está el primer capítulo del programa.
Sin inseguridades esta vez, lo comenzaron a ver. Primero era la introducción hasta que los presentadores comenzaban a charlar.
Vieron cada una de las presentaciones de ellos mismos que hicieron el primer día que llegaron.
Todo marcha normal, pero en algún momento tendría que llegar la filmación de ellos mientras dormían.
Se mostró que Sou, quien duerme en una litera, tiene a los costados de su cabeza dos ranas de peluche.
—¿Sou-kun qué es eso? —preguntó Soraru.
—Ah~, esas son las novias de Sou-kun —dijo Mafumafu—, anoche le pregunté por ellas y hasta les besa.
—Es cierto —dijo Sou algo tímido pero sin avergonzarse—, Ikasan y Lon-san.
—¿No son utaites? —dijo Eve, especializado en el mundo de los utaites.
—Yo he conocido a Lon una vez —dijo Soraru.
—Oh~.
—Es muy tierno que Sou-kun tenga esa costumbre de tener peluches —agregó Eve regalándole una sonrisa al menor—. ¿Pero por qué traerlas al programa?
—Me siento un poco solo, y no puedo sentirme seguro si no las tengo a cada lado de la cabeza —respondió Sou.
—A mi me parece algo adorable también —dijo Soraru—, ¿Mafumafu, qué opinas?
—¿Sinceramente?
—Sí.
—Me da miedo.
Todos rieron y Sou se hundió en su lugar, avergonzado y casi rojo. Se sintió un poco triste pero trató de no demostrarlo.
Continuaron viendo su capítulo, adelantaron la filmación hasta que llegó el amanecer.
El desafortunado amanecer que se llevaron Soraru y Sou esa mañana.
Se mostraba desde Soraru desvistiéndose hasta Sou cayendo en parte de la bañera.
No solo Eve, todos quedaron boquiabiertos. Eve y Sou de veían rojos, en cambio, los adultos sólo impactados.
De pronto, la puerta de la sala se escuchó una vez más. Los 4 participantes se miraron los unos a los otros, ahora un poco aterrados. El primero en ponerse de pie fue Soraru, que seguido de él estaba Sou. Mientras tanto, Eve y Mafumafu se quedaron en el sofá con las esperanzas de pensar positivamente, no querían pensar que podría haber un intruso en la casa.
Soraru abrió la puerta lentamente y vió allí de pie en la sala a un chico con cabello rojizo, que parecía tener curiosidad por la cocina.
Al ver que es una persona como cualquier otra, Soraru decidió salir del cuarto. Los otros tres le siguieron y se dispersaron por el comedor.
—Ho...hola —habló en el cabello rojizo—, soy Sakata. Hoy viviré aquí. ¿Dónde dejo mis maletas?
Los cuatro se quedaron quietos, una vez más se miraron entre ellos. Nadie de producción les había mencionado anteriormente sobre agregar otro participante. Mafumafu estando pensativo, cayó en el sentido que tiene que haya ocho camas en total. ¿Y entonces dónde dormirá Sakata?
Todos se sentaron en el comedor, ya es algo tarde y aún no han cenado. Mientras charlan cuatro, Sou verá qué hay en el refrigerador.
Comenzaron a hablar de sus vidas, pero más había preguntas apuntando al nuevo participante.
—¿Sakata-kun sabes si vendrá más gente hoy? —preguntó Mafumafu.
—Según he leído deberíamos ser cuatro los que ingresamos hoy.
—Ya veo, entonces ustedes sí sabían sobre agregar...¿Sou-kun te ayudo? —Eve se levantó de su asiento y fue del otro lado de la encimera, donde se encuentra Sou y el refrigerador.
—¿Dónde dormirás? —preguntó Soraru—. Eve y yo dormimos en una habitación contigua al comedor.
—Sou-kun y yo escaleras arriba, en la entrada.
—¿Hay espacio para mí, verdad? —la pregunta de Sakata les pareció graciosa a los chicos y comenzaron a reír hasta que entró alguien más por la puerta de la sala.
Un chico con una deslumbrante sonrisa de oreja a oreja y de cabello castaño oscuro.
—¡Hola! —dijo el chico—, lamento la intromisión, soy Amatsuki.
—Bienvenido~ —respondieron todos sonrientes.
—Por lo que veo alguien vino antes que yo —vió las maletas de Sakata—. Me sentaré~.
—Adelante.
Los antiguos participantes interrogaron con las misma preguntas a Amatsuki. Resultó que Sakata y el último mencionado tienen la misma edad, veintisiete. Sakata trabaja, al igual que Eve, como utaite, aunque entre ellos no se conocían, hasta ahora. Amatsuki dijo que cantaba pero no le dedicaba tanto tiempo a ello. Sólo unas horas por día y sube covers de algunas canciones de Hachi a internet.—¿Han visto la sonrisa de Amatsuki? —dijo Dasoku.
—Es muy amplia, pero cálida —agregó Araki.
—Entró con tanta alegría que asustaba, me pregunto si Mafumafu-kun volverá a decir "Me da miedo" —dijo Kashitaro con un tono agudo.
—¡Es cierto, Mafumafu es muy cruel! —exclamó Dasoku—. Madre de Sou-kun lo lamento, creo que a su hijo ya le han cerrado la puerta "Mafumafu".
—¡Deja de dirigirte a la madre de Sou-kun! —dijo Piko—, lo sentimos señora. Ugh...
—Dejen el chiste. Vayamos con los nuevos participantes. Sakata-kun parece divertido.
—Oh, sí, parece muy carismático.
—Y Amatsuki-kun se ve algo frívolo.
—Tal vez. Espera, quieres decir que tiene cara de un estúpido que no se toma nada en serio, ¿Cierto?
Nadie de los presentadores respondió, juzgaron a los nuevos y aún faltaban dos más.Los chicos de la casa seguían hablando y riendo con anécdotas de los mayores.
—Hola —entró alguien más—, vaya, están todos reunidos —todos le dieron la bienvenida entre risas y amabilidad.
El chico nuevo, que es bajo y el cabello, literalmente marrón; lleva una sudadera verde y una maleta de igual color.
"Me llamo Urata", al escuchar al chico nuevo decir esa breve frase, al primer ingresado de hoy, Sakata, se le iluminaron los ojos.¿Qué pasará después?
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Développement (Desarrollo): [utaites]
أدب الهواةOcho personas que no se conocen para nada, comienzan a convivir en una casa puesta y pagada por una cadena televisiva para dar a desarrollar un reality show. ¿Qué puede pasar? ¿Qué no puede pasar? Veamos el desarrollo de esta historia.