шυινгε

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BaekHo

7 primaveras habíamos visto pasar desde ese día, él solía decir que practicaba su puntería mejor a solas para ningún guardia le siguiera hasta nuestro lugar secreto, con el paso de los días me enseñaba el bosque, ahora ya no me perdía, le conocía mejor que las montañas.

Me enseñó a usar el arco, yo le enseñé a montar como todo un tigre y a usar el cuchillo de combate. El era hábil con la espada, mientras que yo era aún mejor con la lanza que el.

Aprendimos juntos la danza de las armas, la música y la lectura. Nos volvimos grandes amigos, y le quería, aún que nuestros reinos no se conocían por ser los grandes aliados nosotros forjamos una amistad más inquebrantable que el hierro, con el pase la mayoría de mis días hasta hace poco que llego mi primo Aron, una pequeña o gran discusión es lo que me tenía tan triste desde hace 4 días.
Cuando el fuego nos dio la primera prueba para conocer la fuerza de nuestro hierro.

- Rennie, me temo que no podré visitarte en un par de semanas.
Le había dado aquel apodo ya que le molestaba que minimizará  su nombre, aún que nunca estábamos en presencia de más personas el decía que no podía llamarlo así cuando nos viésemos en público, sería vergonzoso para un par de reyes.
Lo mire dejar a un lado las fresas que comía y me miro molesto, sabía que mi pequeño amigo podía ser muy caprichoso, pero estaba preparado para un gran berrinche o incluso un par de protestas.

- ¿Es que el tigre se ha cansado de verme?, o ahora dedicadas tu tiempo a las doncellas que seguramente están detrás de ti.

- PERO QUE Tonterías DICES MILK, JAJAJAJA, SABES BIEN QUE NO TENGO TIEMPO PARA DONCELLAS...CADA DIA ERES MAS DIVERTIDO QUE EL ANTERIOR, JAJAJAJA.

Se levantó furioso y camino a faldas del pequeño estanque, se retiraro la camisa y no pude evitar mirar su torso, Ren era muy hermoso, lo sabía desde que lo vi siendo un pequeño renacuajo, y aun que solía molestarlo adulandolo, tocando sus mejillas, revolviendo su cabello o abrazandolo, el seguía sin creer que podía ser tan lindo.
Y yo seguía siendo cada día más molesto conforme su belleza crecía.

- ¿Tienes envidia de que yo sea más guapo que tu?, estoy seguro que tu tienes más doncellas e incluso me atrevo a decir que alguno que otro vasallo esta detrás de tu belleza.

- Entonces si pretendes a alguien... ¿Cómo es que se llama?

Mi sonrisa se desvaneció al escucharlo decir aquello, es tan terco que jamás escucha nada de lo que le digo, cuando algo entra en su mente no lo deja salir hasta que esta convencido de que las cosas o son como piensa o no. «Tal como el idiota de mi primo».

- Se llama Aron...

- ¡ERES EL COLMO!
Se colocó a prisa la camisa, atrás había quedado la idea de sumergirse en el agua.

- Espera, no es lo que piensas, eres mi amigo, sabes todo o más de mi, no entiendo tu actitud y ni siquiera me dejas terminar de contarte.

- No me importa, deberías irte Aron no merece que lo hagas esperar.

Y sin decir más termino de recojer sus cosas y se retiró enojado.