6

56 8 6
                                    

El pequeño Jun se acercó con cuidado hasta donde nos encontrábamos.
Ahora estaba más limpio, apesar de estar quemado por el sol, su piel seguía teniendo ese color blancuzco que nos hacía ganar el apodo de "hombres de leche", su cabello de un rubio claro hacía que el nene pareciera un angelito, y su mirada clara pero tan triste me decía que había estado tan solo para tan corta edad.

- toma, esta es mi capa, puedes secarte con ella estaremos todo el día aquí así que podrá secarse para cuando partamos.

Mire como tomaba entre sus manos la pesada capa de Baek, secaba cuidadosamente su cuerpo ya que tenía algunos golpes.
Se envolvió y cambio tan rápido como sus pequeñas manos se lo permitían, una vez que terminó le tendió la capa a Baek, el solo se levantó y la lanzó sobre unos arbusto esperanzado de que se secara por completo antes de subir a las montañas.

- ven, siéntate aquí, iré por la comida cuando regrese vamos a platicar.

- mmmm, deberías apresurarse Ren, que yo tengo mucha hambre, incluso podría comerme a este pequeño niño de leche.

Los tres reímos después de aquello, me levanté y camine hasta donde mi caballo, escuchaba a lo lejos las risas de los dos.
Puedo apostar que Baek le contaba cosas graciosas sobre mi para que el dejará de estar tan asustado, la propuesta que me había hecho de llevarlo con el no estaba tan mal.

Aún no se en que estaba pensando cuando hice aquella broma sobre casarnos, aún que Baek no se mostró molesto y ayudó a seguir con el tema. Tome la canasta y la caja y me apresure a llegar hasta donde estaban.

- ¿Ustedes pueden transformarse en tigres?

- la verdad es que no, solo nos nombraron de esa forma porque somos muy valientes, fuertes y nos gusta azechar a nuestras presas.

Vi como Baek simulaba ser un tigre que se lanzaba sobre su presa, solo que el pequeño Jun recibió cosquillas en lugar de grandes zarpazos y mordidas.

- veo que ya no necesitas de mi comida si has encontrado a una mejor.

- bueno, es que tú tardanzas tanto que me apeteció un bocadillo.

Coloque las cosas con cuidado, les di una pieza de pan a cada uno con queso, serví vino en dos copas y me di cuenta que no tenía otra donde tomaría Jun.

- tendremos que comprar ir copa pequeño, solo e traído dos a menos que quieras beber todo el jugo de la botella.

- yo creo que deberías darle la botella, por lo regular siempre nos terminamos el vino y nunca el jugo.

Le ofrecí la botella al pequeño que gustoso bebió el jugo, comía con una sonrisa que llegaba hasta sus ojos. Me di cuenta que mientras yo lo tenía todo muchos pequeños como el tenían que robar para poder alimentarse.
Coloque un cuenco con frutos secos y ambos estiraron sus manos para disfrutar de ellos,
«tan glotones».

- Rennie... Dime qué has traído carne.

- ¿por qué es que siempre quieres comer carne? Me la he olvidado en la cocina.

Lo vi levantarse, quizás iría a cazar algo, aún que yo tenía la carne en un recipiente me gustaba jugar con el un poco, sabía cuánto le gustaba la comida y sabía la carne era su favorita, no le dejaría sin comerla.
Cuando estaba por tomar un poco más de pan sentí como me tomo por los brazos y me arrastro lejos de nuestro improvisado comedor.

- ¿Qué estás haciendo Baek?

- solo voy a tomar lo que me corresponde.

-¿Qué caraj...

Sabía que solo jugaba, pero cuando me inmovilizó y se sentó sobre mi abdomen no pude evitar sonrojarme, esto no podía ser peor para mí.

- No te muevas tanto Ren, solo quiero mi porción de carne.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 20, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

шυινгεDonde viven las historias. Descúbrelo ahora