LUNA DE SANGRE

REPRESALIAS

Lycanroc
Puedo sentir lo frío del cuerpo de Alexander; su piel blanca se torna de un color pálido; su rostro sin ninguna expresión; poco a poco mis ojos comienzen a derramar lágrimas.

-Alexander...- lo agito despacio-.

No hay reacción alguna.

-Teto..despierta- lo agito despacio nuevamente-.

Tras moverlo unos segundos y no ver reacción alguna de él provocó que mí corazón comenzará a latir despacio y apareciera una ansiedad y desesperación en mi ser; mi rostro escurre lágrimas.

-¡ALEXANDER!- gritó con fuerza mientras lo abrazo-.

-Retiren a la pokémon del muchacho- exclamó uno de los médicos de la sala-.

Los asistentes del médico me toman por la espalda tratando de alejarme del cuerpo de Alexander, lo cuál provoca una serie de forcejeos violentos.

-¡NOO! ¡DÉJENME CON ÉL!- forcejeo con los asistentes-.

-¡Tienes que irte ahora!- dijo el médico en tono serio-.

-¡NOOO! ¡QUIERO ESTAR CON ÉL!- continuó forcejeando con los asistentes-.

-¡El necesita ser intervenido quirúrgicamente!- contestó el médico-.

-¡No quiero dejarlo sólo!- me aferro más al cuerpo de Alexander-.

-¡Tienes que abandonar el área!- respondió el médico friamente-.

La lucha de forcejeos continúa.

-¡QUIERO ESTAR CON ÉL!- grito mientras forcejeo con los asistentes-.

-¡Tenemos que sacarla de este lugar! ¡El chico necesita ser operado urgentemente!- dijo el médico a sus asistentes-.

Uno de los ayudantes se acerca a mí y éste me inyecta un sedante, del cual hizo que callera inmóvil al suelo.

-¡Llevensela de aquí!- añadió el médico-.

Sin poder moverme veo al médico llevárse el cuerpo de Alexander. Poco a poco el sedante surte efecto y mi vista comienza a tornarse borrosa hasta el punto en el que pierdo el conocimiento.

[...]

Pasaron 4 horas; me desperté del sedante con la vista nublada; pero lo más impresionante fue el hecho de que estoy en mi habitación. Comienzo a recuperar la vista lentamente y el conocimiento. En un ligero parpadeo veo a mi tía Delphox sentada a un lado de la cama.

-Tía..- dije en voz baja-.

-Despertaste- respondió seria-.

Un cruce de miradas provocó un silencio incómodo. Después de unos segundos me acordé de Alexander y me reincorporo.

-¡Tengo que irme!- dije apresurada-.

-¡No saldrás!- contestó seria-.

-¿Eh?- respondí sorprendida-.

-¡No toleraré más tu tonto comportamiento!- me observa seria-.

-¡No me importa! ¡Tengo que irme!- me levanto de la cama-.

-¿Crees que no me di cuenta de todo lo que pasó con Alexander?- preguntó Dephox irritante-.

Escuchar lo que dijo mi tía Delphox me dejo perpleja.

-¿Creiste que no me daría cuenta de tu romance con ése chico? Si toda la escuela se enteró desde el primer día en que ustedes dos comenzaron a salir- dijo Delphox seria mientras se cruza de brazos-.