Narra Kath...
Hace tiempo que el pueblo ha cambiado, aunque no se note tanto, cada día se vuelve más poderoso a este paso podríamos ser uno de los mejores. Me acuerdo cuando aún era niña y me encantaba andar por aquí, después llegaron mis dos mejores amigos con los cuales empezábamos a disfrutar del resplandor de este sitio. Ya no podía hacer aquello, ya no tenía 14 años, debía actuar como una verdadera adulta de 18.
Pero aquella niña en mi interior no quiere desaparecer, dentro de poco lo haría, ya que como princesa debo ser la próxima heredera de la Corona de mi padre.
Sentí un pequeño jalón de mi mano que llamó mi atención.
-Kath, mira toda esa gente.- El era mi pequeño hermano, Sans. No podía decir bien algunas palabras pero yo podia entenderle. Era un niño inteligente apenas con 4 años ya sabía hablar un poco bien. Me señalaba a una multitud de personas rodeando algo, no podía ver muy bien que era.
-Que raro... ¿Porque hay tanta gente?-
- ¿Podemos ir a ver hermana mayor?- Me jalaba con insistencia el vestido.
- No lo sé, no podemos ir así. En estos días los ladrones se aprovechan de cualquier cosa Sans.- Tome su manita para que dejara mi vestido y poder irnos al palacio.
- Pero yo quiero ver.- Su carita formó un puchero pero no le sirvió para que yo le permitiera.
- No Sans, talvez mañana. Al menos debemos ir acompañados de uno de los guardias.- Iba a tomar camino al palacio con Sans siguiéndome pero escuché un gran estruendo que venía del centro de aquella multitud.
- Hola bella dama, ¿A dónde va tan apurada? - Escuche una voz socarrona a mis espaldas, volter para ver a aquel chico mientras ponía a mis espaldas a mi hermanito, vi que llevaba una máscara de bufón con todo su vestuario. Pero aquellos ojos eran como de color café muy oscuros, creo era gracias al toque del maquillaje que llevaba.
Labios pintados de rojo, sus párpados negros y líneas que viajaban por sus mejillas.
-¿Acaso no irá a ver mi espectáculo?~- No note que llevaba en su mano un bastón que tenía carita de un muñeco.- Vamos, deje a su hijo ver esto. De seguro le encantará.~- No se cuando tomo la mano desocupada de mi hermano, cuando se alejaban a la multitud me preocupé y reaccioné. Corrí y me hice paso entre la multitud.
Vi como el chico estaba volteado dejándome ver su espalda y notando una larga coleta azabache. Buscaba a mi hermanito y lo vi a su lado, cuando volteó en sus manos tenía unos hilos amarrados hacia una muñeca de porcelana. Este la comenzó a mover haciendo que bailara mientras una música sonaba.
Note como habían más chicos vestidos como él, alrededor de 5. Todos tenían un muñeco más chico que el de la coleta.
-Damas y caballeros, hoy les traemos la maravillosa danza de muñecas de porcelana que tanto ansiaban ver. ¡Que el show comience! - El chico alzó los brazos de la muñeca haciendo estallar después algo que comenzó a dejar caer confeti al público.
Empezó a sonar una cancioncita demasiado animada, yo veía como el chico de la muñeca tenía a un lado a mi hermano, este le dio la muñeca para que la pudiera manejar mientras lo ponía en sus hombros con cuidado de que no se cayera. - ¡De invitado especial tenemos a nuestro querido amigo!- Mi hermano solo se entretenía moviendo a la muñeca aunque sus movimientos no eran del todo buenos.
Estuve tan distraída que no escuché como el estruendo de pisadas de caballos venían apresurados a mi dirección.
-¡La fiesta acabó!- Aquella voz vino acompañado de un relinche del caballo que aquel caballero de cabello corto y castaño cabalgaba. Habia interrumpido todo, la multitud daba paso al caballero dejándole frente al bufón que traía a mi hermano.-Este sitio es un lugar público, bufón. ¿Que haces aquí?.- Note como bajo de sus hombros a mi hermano.
- ¡Oh, Argon! Que sorpresa verlo aquí, ya extrañaba sus quejas.~ - Solo soltó una risa que llamo la atención de su público.
- Veremos si ríes cuando estés dentro del calabozo por haber rompiendo la ley.- Bajo de su caballo mientras se acercaba al bufón de la sonrisa.
-¿Porque no? Pero para eso necesitas primero atraparme- Pensé que iba a escapar pero solo extendió sus manos mostrando sus muñecas, el caballero tomó una soga que tenía en su caballo y se acercó a atarlo. Note la sonrisa del bufón, esta vez tenía toque escalofriante, al hacer el último nudo en su muñeca, Argon tomó la soga y sin haber ideado antes recibió un golpe en su estómago tumbando le.
-¡Ugh! Hijo de... - Sus labios fueron callados cuando se le fue puesta las manos del bufón.
-Creo no deberías decir eso en este momento, Argon. Hay niños presentes o amenos de que quieres te llame por tu otro nombre.~- Dejo su boca para después irse caminando lejos de la multitud, al parecer sabia como desatar nudos ya que después se pudo quitar la soga mientras el caballero se recomponia de aquel golpe.
Decidí ignorar ya aquello y busqué a mi hermano, cuando lo encontré tenía la muñeca en sus brazos yo solo hice que tomara una de mis manos.
-Sans ¿Que te he dicho sobre la gente desconocida? - Aunque no se notara estaba preocupada por él, aún es un niño y no me gustaría que le pasara algo.- Vayamos a casa, allá hablaremos. Por ahora nuestros padres nos esperan.- Comence a caminar tomada de la mano de mi hermanito, no sabia que llevaba la muñeca aún, pero se notaba que no la iba a soltar para nada.
-¡Maldito bufón!- Parecía enojado de lo que había hecho aquel sujeto así que me acerqué a él.- ¿Su alteza? ¿Que hace aquí?- Se notaba nervioso al ver mi presencia.
-Deja las formalidades Argon. ¿Te encuentras bien? Note lo que pasó con aquel chico... -
- Vaya... Realmente lo siento, creo que fue un error meterme a la guardia cuando sabía que esto iba a pasar... De todos modos aún sigo siendo la chica débil... - Sabia de eso, detrás de esa armadura y cabello corto había una chica con el sueño de ser una guerrera, pero su sexo y las ideologías del pueblo no podía ser una guerrera, no hasta que ocultó su identidad con la de el valiente joven Argon. Yo sabía de eso junto a mis padres, ellos no tenían problemas pero u pueblo y los reinos vecinos le verían mal.
-Tranquilo... Todos no somos perfectos, Angi.- Susurre su nombre mientras le compartía una sonrisa. - Ahora eres uno de los mejores soldados de la guardia Real, Argon. El pasado se queda atrás, estas en el futuro es hora de terminar lo que empezaste-
-Tienes razón, creo habrá después oportunidad para atrapar a ese bufón- Solo me devolvió la sonrisa aunque no sabía si era Real o una falsa.
Volvi a retomar camino al palacio, este día había sido demasiado cansado.
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Corazón puro
Fiksi PenggemarTodos creen que un reino es fácil de guiar, que todos son bellos como se describen en los cuentos. Pero no es asi, es un trabajo difícil, más cuando eres uno de los pueblos más débiles y con muchas carencias, debes sacrificar cosas a cambio de mante...