Capítulo 19

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Don y yo compartimos miradas y soltamos una risa nerviosa, que acaba en una carcajada.

Ismael arregla su cabello frustrado y Erice nos sonríe malévolo. Es escalofriante.

—Princesa siempre dejando huella— susurra Tadeo a lo que sonrió ampliamente.

Regresamos al auto y Erice nos machacó los protocolos en modo de castigo, la peor parte fue cuando comenzó con la historia de la creación del primer escudo de la familia noble, y nos recordó que siempre recordaremos la flora mágica, cuidadas de generación en generación, hasta ahora comprendo que no es buena la relación de la abuela con Catalina, por lo que no se le enseño este arte milenario, ya que solo las mujeres de la realeza eran las protectoras de las mismas.

Se hablo por mucho tiempo sobre este rechazo de la reina madre por su "única" nieta, ya que según cuenta la historia las flora magica, regenera de apoco los estragos naturales causados por el ser humano, o al menos es así como lo cuenta las historias, se también que están han desaparecido con los años y ahora son algo limitadas y por tanto son custodiadas por las mujeres de la realeza y pocas de la nobleza.

Todos estas nuevas responsabilidades son un terrible dolor de cabeza, me estresa todo esta situación de heredar la corona y elegir a la fuerza a quien sera el próximo rey.

Descanso mi cabeza en el hombro de Don y cuando vuelvo a abrir mis ojos ya nos encontramos en el palacio.

Recupero la compostura y voy resitando en mi mente el listado de objetivos por los que debo aceptar esta tortura.

Todos están rigidos, forman parte de mi corte, almenos es como se ve, se supone que otra razón de enviarme a esa academia era para elegir mi corte, solo  el mayordomo principal quien es el segundo a mando luego de Tomsom y junto con el guardia real no forman parte de esto, pero si los caballeros encargados de llevar mi seguridad privada en este caso son mis hermanos gemelos, los mejores de su clase, como a la realeza les gusta estar en su circulo social, las hijas e hijos de casas nobles trabajan en el palacio y no en trabajos muy notables o reconocidos por la realeza.

Mis hermanos estudiaron mentalmente y físicamente para estar en el mejor puesto de su clase, no fue por nada que llegue a elegirlos.

Escuchó como la puerta del coche es abierta y soltando un suspiro lastimero me dispongo a bajar de una vez.

Tomsom, el rey y la bruja junto a un grupo de la guardia real, nos reciben con una sonrisa de  notable emoción, algo dudable por parte del reina.

Sonrió, y avanzo con la elegancia característica de la realeza no muy lejos de mi esta Don y detrás de el mis hermanos, todos realizamos un reverencia presentándonos como el equipo que somos.

— Padre, tu heredera a vuelto, traje conmigo a los mejores en su clase, se que serán eficientes en su trabajo.— con una señal el rey me pidió que me acercara.

— Alessandra, hija mía, me alegra tener tu presencia de vuelta en estos solitarios pasillos del palacio — inclina un poco su brazo y lo entrelazo con el mio con delicadeza.

Nos dirigimos al jardín aún recuerdo ese hermoso lugar, no comparado con el castillo, claro.

— Alessandra, como te informe en mi última carta tus deberes reales ya fueron asignados, me temo que la coronación podría posponerse un poco, pero no estés triste  tu eres mi sucesora— término sentenciando mi carta de despedida con el mundo a manos de la bruja.

Pero ella nisiquiera mostro emoción alguna,desde mi regreso al palacio no me a dirigido la palabra, ni siquiera una mirada, estaba ansiosa por hablar en pársel con ella. Lastima,  será para otra ocasión.

La Heredera.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora