Capítulo 9

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Pov. Less

Estoy tratando con todas mis fuerzas de no pensar en mi mamá, pero me es imposible, la extraño de sobremanera. Doson me a traído al centro comercial, y me a dejado esperándole en un monumento a la familia real.

— Less disculpa, me demore un poco comprando algunas cosas.
Me indico una bolsa y me llevó a una de las tantas mesas del lugar. Abrió la bolsa enorme que traía consigo, del cual comenzó a sacar pasteles, refrescos, un espejo, un pequeño ramo de rosas blancas junto con un par de brochas y pintura azul.

— Esto mi querida Less es para conmemorar un año mas de amistad, y un año más de la partida de nuestra madre, sabemos que a ella le hubiera gustado que celebráramos este día— Asentí escondiendo mi rostro entre mis manos, limpie el rastro de unas cuantas lágrimas y sonreí lo más natural que pude— Lamento decirte que no encontré un ramo de flores azules, por eso la pintura.

Si mamá hubiera visto su atrevimiento le estuviera dando un ataque de pánico, al dañar tan inmaculadas rosas.

— Se lo enviaremos, hay que ponernos a trabajar, me alegra que hayas comprado comida.
Doson sonrió y se limpió disimuladamente una lágrima.

En cuanto las rosas estuvieron pintadas se las dimos a Hilbert con la orden estricta de que llegaran hoy mismo al cementerio de mi ciudad, se que eh sido mala hija al no llamar a mis abuelos pero puedo apostar lo que sea a que ahora mismo Don debe estarle contando mi estado y el regalo que le será enviado hoy, siento que si hablo con ellos justo en este día me derrumbare y tomare el primer avión de vuelta. Tengo que ser fuerte.

—Hilbert, disculpa¿ sabes en donde tenemos que ir a retirar los trajes?.— pregunte en cuanto subí al auto

—Alteza, en este momento nos dirigimos hacia el taller de Julius. Es el sastre real.— informo Hilbert 

Un edificio con ventanales enormes se dio lugar ante nosotros, en el se podía observar maniquíes del tamaño humano que exhibían trajes hermosos.

Hilbert estacionó el auto y Don se bajo rápidamente para abrirme la puerta del coche. Dejo al pobre de Hilbert  estático con su acción.

— Less tenemos que elegir algo que deje sin palabras a todos. Esta noche tienes que brillar.— afirmo con determinación 

— ¿Entonces a que esperamos?
Me interne en el edificio junto a Don, una recepcionista tomo nuestros nombres y nos guio al "piso de oro" como dijo ella, al parecer en ese lugar se encuentran materiales exclusivos para la familia real 

— Su majestad es un honor tenerla aquí, el maestro Julius esta terminando los últimos toques de sus trajes y el de la familia real, pasen por favor.

Nos indico el camino hacia una puerta echa puramente de cristal y la abrió de par en par para que viéramos el vestuario, la recepcionista nos dejo en la habitación cerrando la puerta tras ella.

— ¡ Oh ! Ya llegó su majestad, es un agrado verla finalmente en persona, es tan hermosa como se rumorea, una candidata digna de ascender al trono y hacerle competencia a la belleza de la misma reina. mi nombre es Julius, soy el sastre real.

Reí por su comentario, que halagador resultó ser.

— Mi nombre es Alessandra, pero dígame Alessa es algo mas informal y el es Doson mi amigo y acompañante.

Julius sonrió complacidamente, nos tomó de los brazos  y nos guio hacia un par de probadores y trajo con el un carrito lleno de vestidos y trajes.

— Su majestad, la reina me encargo hacerle un vestido pomposo, algo con un material fino pero no agradable, en color morado, pero su belleza no es digna de tal atrocidad.— termino por decir en mi dirección mostrando el hermoso vestido pero nada de mi gusto.

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