#10 Casi una caricia.

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Me senté frente a mi computador una vez me recuperé de la sorpresa de aquel asesino que amenazó con competir contra mi, que me amenazó con el intento de quitarme la vida de un disparo.

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CARGANDO...

Tecleé en el buscador de la página 'máscara de caballo', 'máscara azul', 'rifle y bat de baseball' pero ningún resultado de la base de datos de concursantes de Killer Bunny  coincide con mi búsqueda.

Entré en desesperación, era imposible que no existieran resultados de aquel tipo. Eso significaba que era un asesino independiente, que no tenía impunidad ante la ley y podía denunciarlo. Sin embargo, no tenía ninguna prueba de su existencia, ni una foto, ni una herida o testigos que estuvieran dispuestos a ayudar a alguien del edificio del que un loco había estado disparando todo el maldito día.

 Llevé mis manos hacia los mechones de mi cabello y lo peiné hacia atrás como gesto de irritación y frustración. 

No podía hacer nada justo ahora, lo único que sé con certeza es que no debo bajar la guardia ante aquel y cualquier otro asesino que pueda presentarse en mi camino hacia Bunny.

Segundos después, comenzó a sonar el chirriante tono de mi celular, en la pantalla encendida ponía el nombre de Jeon Jungkook. Sonreí de inmediato y luego de inhalar y exhalar para calmarme por mi numerito de inevitable irritación, deslice mi dedo para contestar.

-Hey-

-Hola Taehyung. ¿Que tal la llevas?

-Ahora que escuché tu dulce voz, no me podría ir mejor, cariño.- oí una risilla de su parte y me sentí satisfecho.

-Oh, entonces no creo que quieras oír mi propuesta-

-¿De qué se trata?-

-Abrieron un nuevo restaurante japonés a unas calles de mi barrio y pensé que tu y yo podríamos salir, ¿que dices?-

-Suena excelente. ¿Cuándo?-

-Te apetece a las 5:00 de esta tarde?-

-Te veo allí, cariño.- Jungkook rió tiernamente y colgó segundos después.

Tenía una cita con el chico más encantador y delicado del mundo. 

Me encontraba sentado en una de las mesas más cercanas a la cocina del nuevo restaurante japonés al que me había citado el chico encanto. Mi vestimenta, aunque era una simpleza, me había esforzado al escoger: pantalones de vestir negros, una camisa debajo de un despampanante suéter rojo y una boina negra que cubría casi en su totalidad mis cabellos. 

Coloqué una bolsa de cuero negra a mis pies que casi pasaba desapercibida sino fuera por su tamaño considerable y llamativo. Ahí guardaba un cuchillo recién afilado sacado de mi humilde cocina y algo de ropa limpia, por si acaso.

No podía salir sin armas, ya era mucho el arriesgarme mostrando mi rostro, así que era lo menos que podía hacer si, además, quisieran hacerle daño a mi Kookie.

Y fue su delicada voz la que me trajo de vuelta, alejándome totalmente de mis pensamientos; Jungkook se veía mucho mas hermoso de lo que alguna vez lo había visto, su cabello azabache era una hermosa maraña como siempre, pero deslumbraba a cualquiera con la camisa negra que se había fajado debajo de sus jeans ajustados, que dejaban ver su ceñida y estrecha cintura; invitaba a mis ojos a mirar sus clavículas con aquellos botones de su camisa sueltos y más arriba, sus bonitos labios en forma de corazón.

Fxxxing Your Mind × [KookV] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora