Meses.

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Irónica es la vida, que a veces llegamos a encariñarnos muchísimo con la persona menos pensada. Con esa persona que a veces veíamos a diario y realmente era totalmente insignificante ante nuestra vista. A eso le llamo yo un "bofetón" de la vida, un puñetazo en la cara con el cual la vida te dice, ey estúpida, toma de tu propio caldo y trágate tus malditas palabras imbécil.

Y así fue, pasaron largos meses y yo te fui conociendo cada día más y más, al igual que tú a mi. Fuimos conociendo nuestras manías, nuestros gustos similares y cosas así en general. Yo sabía que tú sentías algo por mí desde el primer día en que me viste, y no en el lugar donde ambos laborábamos, sino en el colegio donde ambos habíamos estudiado. Era extraño saber que durante tantísimo tiempo alguien me había observado y estudiado tanto como lo habías hecho tú, lo peor de este caso es que jamás me di cuenta, la pregunta del millón de centavos es... ¿por qué jamás me di cuenta? Si yo misma estoy totalmente consciente de que soy la persona más observadora que alguien podrá conocer en toda sus existencia en esta tierra. ¿Por qué?....

Mi pecado (SIN EDITAR) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora