Capítulo 9

286 9 7
                                    

 Martes en la mañana.

 Un mensaje nuevo en el celular de Louis fue la razón por la cual despertó en su tan apreciado y sagrado tiempo de descanso, aunque en general no fue una muy buena noche para él. A Harry le había comenzado a aumentar la temperatura corporal cerca de las tres de la madrugada, así que desganadamente tuvo que levantarse para ir a la cocina en busca de un paño frío que pudiera ayudarlo a bajarle un poco su temperatura y así los dos poder seguir durmiendo, a todo eso debía sumarle los ronquidos del menor que lo despertaban cada veinte segundos. Luego de de colocarle el paño en la frente intentó seguir durmiendo pero el sueño ya había abandonado su cuerpo, así que se quedó sentado en la cama donde durmió por unas pocas horas con él y se respaldó en la misma, mientras que Harry dejaba reposar su cabeza en el regazo del mayor. Y así fue como pasó la noche; en vela, observando el angelical y sonrosado rostro de su nuevo compañero dueño de un par de hermosos hoyuelos y regalándole suaves caricias a su mata de rizos. Esperaba que Harry no recuerde cuán meloso fue con él durante la noche, ya que le avergonzaba su brusco cambio de actitud.

Luego de ver el mensaje que era de Lottie deseándole un lindo día, decidió bajar a prepararle un rico desayuno a Harry (no era porque él tuviera ganas de hacerlo, sino porque sabía que él llevaba varios días sin comer y no quería que se enfermara peor). Se talló los ojos para mejorar su vista y así poder bajar bien la escalera. Una vez abajo fue directo a la cocina.

—Hola—Dijo al contestar la llamada entrante, estirando su brazo disponible hacia la alacena con la esperanza de encontrar alguna caja de cereal o algo comestible para Harry, pero no encontró absolutamente nada. Maldijo en voz baja y preguntó.— ¿Quién habla?

—Buen día, perezoso—Le contestó una voz femenina muy familiar, a lo lejos pudo oír una pequeña carcajada. Inmediatamente sonrió al darse cuenta de que era Daisy quien reía.— Llamaba para avisarte que ya llegamos todas al colegio, y que probablemente esta noche nos quedemos a dormir en casa de Susan ya que mañana tiene el día libre. 

Ninguna de sus cuatro hermanas se habían quedado a dormir en la comodidad de su casa la noche de ayer porque su hermano mayor se los pidió por favor, o más bien, llamó a Anna para preguntarle si ella le permitía llevarlas a dormir a su casa para así él poder cuidar de Harry y que él pudiera descansar tranquilo en la habitación del castaño sin tantas niñas a su alrededor invadiéndolo con preguntas cuando su cabeza estaba a punto de estallar por la fiebre. Ella aceptó encantada aquella idea, siempre amó cuidarlas porque las considera "hijas".

Ese día Louis dedujo que lo mejor sería faltar al colegio para no dejarlo solo en la enorme casa ya que no la conoce bien y tenía miedo de que algo le pasara mientras él no estuviera a su lado por tener que resolver inútiles cuentas de matemática. Aún no ha conseguido trabajo así que podría estar todo el día en su casa sin la necesidad de tener que salir.

—Bien, pueden quedarse con ella pero no quiero que discutan frente a ella, ustedes saben que eso la afecta mucho a ella.—El chico detestaba que la mujer cuarentona sufra y que la razón sea una pelea entre sus hermanas. Louis está encantado con Anna, ella es muy atenta y siempre se preocupa por ellos, después de todo ellos forman una pequeña familia.

—Lo sabemos Lou, no la molestaremos ni nada parecido.—Ambos quedaron en silencio y lo único que se oía eran sus respiraciones— Oh, casi me olvido de alguien, ¿cómo está tu nuevo amiguito?

Louis se sonrojó al instante, no lograba entender por qué su hermana le estaba diciendo aquello-o quizás sí lo entendía pero prefería fingir que no-, Felicite con sus escasos trece años sabe como molestarlo—¿De quién estás hablando?—Se hizo el desentendido y ella rió dulcemente.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 07, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

I don't wanna love you- Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora