capítulo 4: El Concurso

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Me he quedado perplejo, Mi mente y mi corazón acaban de dar un salto enorme ante la propuesta de Nerea.
¿Desde cuando me tiene tanta confianza? Estar en su cuarto sería adentrarme en su privacidad, y a mi concepto, no todo el mundo tiene ese privilegio.

Abro mi boca para responder, pero no antes de que Ella me interrumpiera. Suelta una risa juguetona y hace un gesto descuidado con la mano.

-¡Nah Mentira! Me gustaría muchísimo, pero Mis padres morirían si ven un chico en mi cuarto.

Asiento comprensivo, Pero a la vez desilusionado.
-Claro, me imagino. Aun peor si no es de confianza- digo.

No hemos terminado de conocernos y esta chica ya juega con mis sentimientos.

...Eres cruel, Nerea.

-Por cierto. ¿Cuanto te debo por el retrato?

-¿Deberme?. Descuida.
No me debes nada.
Tómalo como un favor.

Nerea niega con la cabeza.
-No, que pena contigo. Seguro tardaste horas en hacer este exelente trabajo. Mira nomás esto...- Levanta el cuadro con sus delicadas y bien cuidadas manos.
-¡Es una Maravilla! Dime el costo, yo te pago lo que me exijas por él.

-No fue nada, De verdad, No tienes que pagarme.

Duda por unos segundos. pero luego asiente.

-Esta bien. Gracias Gael!
Es muy lindo de tu parte.
Pero conste que te iba a pagar. No quiero que pienses que soy una aprovechada y esas cosas...

Ruedo mis ojos.
-Jamás pensaría eso.
Además, ya se me ocurrirá una forma mas creativa de cobrarte...
Como una cita, por ejemplo.- le guiño un ojo mientras coloco mis manos en los bolsillos.

Nerea frunce el ceño con una sonrrisa de boca cerrada que se me antoja picosa y pervertida.

-Creo que otro es quien se está aprovechando de sus dotes...-

Una sonrisa se dibuja en mi rostro.

-¡Nerea!

Un llamado materno emerge del fondo de la mansión rompiendo segundos de silencio.

-Voy mamá!- responde mirando sobre su hombro.

Ya se me hacía extraño que pasara tanto tiempo sin que sus padres no nos interrumpieran. Es típico de ellos.

-eem...- me encojo de hombros . -Creo que ya debería irme- digo mientras doy pasos lentos al bajar los pequeños escalones que hay en la entrada.

Podría jurar que un gesto triste se ha colado en sus facciones, como si no quisiera que me fuera de allí.
O Tal vez son ideas mías. No me considero buen conversador, asi que no creo que Nerea desee pasar tiempo platicando conmigo.

-Bueno, gracias una vez más Gael.- coloca una mano en la puerta que está a punto de cerrar.
-En cuanto a la cita... Mm.. Lo voy a pensar-
Sonríe.

Mi corazón acelera su marcha.
Se que no es algo seguro, pero, existe la posibilidad.

-Esperaré con ansias tu respuesta-

En lo que estoy a punto de girar my cuerpo para irme, ella vuelve hablar.

-ah! Por cierto- le devuelvo mi atención.
-te iba a preguntar... No vas a participar en el concurso de pintura que celebran mañana?

-¿Un concurso de pintura?- digo fuera de base.
-No estaba enterado.

-ah.. ¿No has visto la propaganda en el poster de la heladería?

Crónicas de un artista condenadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora