↷«Capítulo 5»

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No había visto a Yugyeom fuera de la escuela por un par de días, no porque no quisieran, sino porque tenían  examenes la semana que viene y necesitaban un tiempo para estudiar, juntos no lo harían.

Pero ese dia, que era un viernes, se iban a ver igual, con la excusa de completar tareas o estudiar juntos, ambos sabían que iba a terminar en otra cosa, pero ya estaban cansados de verse solo en la escuela.

Iba a ir Jungkook a la casa de Yugyeom un poco después de salir de la escuela, no porque no quieran volverse juntos, sino porque Jungkook quería cambiarse
(y afeitarse las piernas para ver como le quedaba con el vestido, pero no era algo que le diría a Yugyeom, por ahora).
Apenas llegó a su casa, evitó a su mamá, diciéndole que debía cambiarse para ir a lo de Yugyeom. Tardó más de lo que tardaría en cambiar su ropa y eso dejó a su madre con el ceño fruncido, pero le sonrió y ella también; después le inventaría algo o hasta le contaria que estaba afeitandose las piernas.

Después de todo, tenía una buena relación con ella. Confiaba en que no lo iba a tratarle de forma diferente, juzgarlo, ni nada por el estilo. Llevó una mochila con algunos libros, para engañar a su madre, y salió casi corriendo hacía la casa de Yugyeom.

Yugyeom lo esperaba sentado en la entrada de su casa, fumando un cigarrillo. Cuando lo vio, se levantó y le sonrió ampliamente, dejando salir humo de su boca.

—Hola, tabaco adicto—
Le saludó burlón, besandole la mejilla luego y quitándole el cigarrillo de la mano.

—Tu también fumas, princesa,
Murmuró de respuesta y sonrió con cariño, cuando jungkook se sonrojo por el apodo.

No eran apodos con los que lo llamaba todo el tiempo, pero cuando lo hacía Jungkook se sonrojaba y se ponía tímido por unos segundos. Solo por unos segundos, pero igual era una reacción extraña en él. Siempre era burlón y creativo, inventando respuestas nuevas cada vez.

—Sí,—
Murmuró, sus mejillas todavía rosadas,y dando razón a lo que decía, dejó salir humo de una calada al cigarrillo que había hecho hace segundos.
"Pero no soy adicto como tu" Dijo después de un tiempo, levantando una de sus cejas y sonriendo de lado.

—Claro, amor—
Murmuró, rodando los ojos divertido. Caminó hacía la puerta, abriéndola y dándose media vuelta luego.
—¿Entramos?—
Preguntó, su tono divertido.

Jungkook no entendía por qué.

—No querrás estudiar afuera—  Dijo.

Soltó una carcajada divertida, interrumpiéndolo, y tiró casi solo el filtro del cigarrillo en la calle. Entró a la casa de Yugyeom, seguido de él. No perdieron tiempo abajo, apenas entraron, subieron las escaleras y caminaron arriba hasta la habitación de Yugyeom.

Tiró la mochila en la entrada de la habitación y a su mismo en la cama, suspirando pesadamente. Yugyeom rodó los ojos, suspirando divertido.

No te puedes haber cansado—Murmuro divertido.

Las escaleras de tu casa son agotadoras, amor— 
Murmuró en un tono actuado, suspirando exageradamente después.

Claro que sí—Contesto, fingiendo exasperación.

Le pellizco el trasero, soltando una risa divertida cuando Jungkook soltó un fuerte quejido. Dio media vuelta en la cama, quedando, ahora, boca arriba, y abrió sus brazos. yugyeom se acercó con una sonrisa y, para nada delicadamente, se tiró encima de Jungkook.

—Ouch,—Exclamó.—Me aplastas— Murmuró divertido, riendo después.

—Justo lo que quería—
Susurró contra su mejilla y moviéndose un poco, llegó hasta sus labios.

Kookies ² «JIKOOK» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora