Quien diría que el mundo iba a ser tan pequeño, Donghyuck estaba tan seguro de que no se volvería a encontrar con él y aún así, ni siquiera cinco años encima con todos los cambios de la pubertad y un cambio te tinte pudo evitar su encuentro.
Se sentía estúpido, claro que sí, mientras ambos caminaban por la avenida no dejaba de recordar el día que conoció a Mark por primera vez. Muchas veces fantaseó sobre su reencuentro desde el día que se vieron por última vez pero nunca se imaginó que él sería el único que lo recordaría.
Tampoco lo culpa, después de todo cuando Donghyuck conoció a Mark le vendió una mentira, su nombre, su edad, sus padres; Todo fue una completa mentira para Mantenerla atención del canadiense en él y al parecer había resultado. Haechan y Mark se encontraron muchas veces en su estadía en Canadá, Haechan conoció su casa, conoció su mascota y a su hermana quien apenas era una niña de tres años. Haechan fue una total farsa mientras que Mark siempre había sido sincero con él. Incluso cuando mentía Haechan lo sabía porque lo veía en sus ojos.
Así fue como se enamoró.
O eso creía, era un niño que recién había cumplido los catorce años y todavía se levantaba temprano para ver caricaturas, Mark tenía dieciséis pero era demasiado maduro, como un adulto en cuerpo de joven. Mark Lee había sido su primer gran amor y por ello le entregó todo, Donghyuck le dio todo de Haechan ¡Incluida su primera vez! y hoy en día no se arrepiente de nada de lo sucedido con él.
Fue tan estúpido pero tan hermoso en su momento, Haechan hubiese deseado ser Donghyuck desde el principio.
—¿Cómo se llama tu hermana?
—Gina —Mark sonrió soñador, como solía hacerlo cada vez que veía a la pequeña— te encantará, es muy risueña.
—Puedo hacerme una idea, debe ser como tú. ¿Cierto?
—No exactamente —Mark borró su sonrisa y suspiró. Donhyuck notó ese drástico cambio—. Ella es más alegre de o que yo podré ser —De repente el ambiente se volvió pesado. Mark no recibió respuesta del pelinaranja quien parecía distraído—¿Estudias?
—Sí —Donghyuck asintió repetidas veces tratando de concentrarse en su conversación—Entré a la universidad este año en el departamento de música.
—Eso es genial, tienes una buena voz. ¿Qué opinan tus padres?
—Ellos están de acuerdo, al menos eso creo. Mi padre es de relaciones internacionales y mi madre solía ser pianista. Tengo una hermana melliza que estudia leyes, somos extremos muy opuestos.
—Eso parece —Mark rió, Donghyuck pensó que su risa no había cambiado nada—. Mi hermana pequeña tiene ocho años y dice que quiere ser policía como mi padre.
—Tiene su futuro más definido que yo —Bromeó y ambos rieron—. ¿Qué hay de ti?
—Nada —Mark lució desanimado, Donghyuck todavía recordaba una de sus pláticas donde él le contaba sobre su sueño de ser músico y Mark mencionaba querer ser compositor, entonces ambos quedaron en un acuerdo de seguir sus sueños y encontrarse en un gran teatro después—. No logré entrar a la universidad así que trabajé antes de mudarme para acá con mi madre.
—Lamento oír eso —fue sincero—. ¿Para qué carrera aplicaste?
—Medicina.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mark y Haechan se encontraban abrazados sobre la cama del mayor, estaban solos en casa ya que los padres del canadiense se encontraban de visita con una de sus tías. Mark decidió no ir con ellos para pasar tiempo con su pequeño chico. Haechan estaba recostado tranquilamente sobre su pecho y el silencio era relajante.
—Mamá me dijo que debo comenzar a pesar qué quiero ser de grande —La voz de Haechan sonaba demasiado infantil para su edad, a Mark le gustaba mucho—. Pero yo no estoy seguro.
—¿Qué has pensado?
Haechan se levantó para mirarlo.
—Quiero ser músico.
—¿En serio? ¿Te gusta mucho la música?
—¡Me encanta! Mi tío es un cantante muy muy famoso y también sabe tocar instrumentos, quiero ser como él.
—Me da mucho gusto que quieras eso —Mark sonrió, Haechan lucía tan seguro que incluso le daba ternura.
—¿Qué quieres tú?
—Veamos... —el pelinegro colocó una mano en su barbilla haciendo un gesto pensativo— y quiero escribir canciones, hacer música también Quiero ser compositor.
—¿En serio? ¡Eso es fantástico! ¿Sabes lo que significa?
—¿Qué?
—¡Podremos trabajar juntos! Tu escribirás canciones para mí y yo las tocaré y las cantaré en un gran teatro frente a muchas personas.
—Eso sería estupendo.
—Debes prometer que nunca vas a renunciar a tu sueño, así como yo.
