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Fue tan gracioso que después de pasar por dos tiendas en busca de empleo el Canadiense se rindiera y decidiera invitar a Donghyuck al cine a ver la película que, casualmente, era la misma que iba a ver su tío Taeil con su amigo Johnny. Así que cuando Moon le preguntó qué tal la película Hyuck pudo decir emocionado que le había gustado todo de ella; desde el inicio con una pantalla negra hasta el final donde Mark le tomaba la mano para salir de la sala e ir corriendo a los sanitarios por haber bebido mucho refresco adentro y aguantado hasta el final.

Para el día de hoy Mark ya trabajaba en un pequeño restaurante que curiosamente le quedaba a Donghyuck de camino a casa al salir de clases así que repentinamente comenzó a pasar más seguido por ahí. Mark siempre lo saludaba cada vez que lo veía y le ofrecía algo para que comiera, Donghyuck se negaba y siempre pedía una bebida que se terminaba mientras veía al rubio trabajar.

Sí, parecía una chica enamorada y quizás eso era. Una chica sin pechos y con pene pero enamorada de Mark Lee.

Ya llevaban dos semanas conociéndose, todo el mundo notaba los cambios en Donghyuck y pronto los chicos comenzaron a hablar sobre lo que le podría estar ocurriendo.

El Miércoles de la tercera semana con Mark Donghyuck se llevó una gran sorpresa, él salió de clases a su hora habitual charlando con su amigo Renjun pero a unos metros de ellos reconoció la mata de cabellos rubios del extranjero.


—¿Qué ves? —Renjun se giró hacia donde veía Donghyuck y de inmediato identificó al chico rubio que se mantenía recargado en la sombra de un árbol mientras fumaba un cigarrillo—. No sabía que te gustaban los chicos malos así.


—Es mi vecino —Donghyuck tragó saliva y miró a Renjun—Debe estar pedido, iré a ver qué quiere.


—Claro, te veo luego.


Lee Donghyuck cruzó la calle y se plantó frente a Mark Lee al mismo tiempo que este tiraba la colilla del cigarro y la pisaba.


—No sabía que fumabas.


—Conque aquí estudias —Mark Lee miró el gran edifico del cual salían varios chicos y chicas, después sonrió—. Es grande.


—Es más grande por dentro —Donghyuck mordió sus labios esperando a que el otro dijera algo pero no lo hizo—. ¿Qué te trae por aquí?

—Siempre me visitas en el trabajo así que decidí hacer lo mismo por ti al menos una vez.

Donghyuck se puso nervioso.

Abrió y cerró los labios sin saber qué contestar a aquello, Mark Lee pareció bastante satisfecho con su reacción y rió por cómo lucía. Colocó una de sus manos sobre sus cabellos naranjas y lo despeinó.



—En realidad quiero ir a un sitio pero no quiero ir solo, ¿Está bien que vayas conmigo?

—C-Claro...

Los dos chicos se fueron y varios pares de ojos lo siguieron, claro que ninguno lo notó. Donghyuck estaba más concentrado en cómo Mark mantenía su brazo al rededor de sus hombros como si hubiese olvidado retirarlo y Mark jugaba con el empaque del preservativo en su bolsillo.

Fueron a beber, Donghyuck no recuerda mucho en realidad.

Era Jueves y Mark Lee se sentía ansioso porque cada vez faltan menos días para que Haechan regresara a Corea, él aún no consigue un traslado a alguna escuela de allá pero tiene confianza en que podrá obtenerlo en un mes o dos cuando mucho

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Era Jueves y Mark Lee se sentía ansioso porque cada vez faltan menos días para que Haechan regresara a Corea, él aún no consigue un traslado a alguna escuela de allá pero tiene confianza en que podrá obtenerlo en un mes o dos cuando mucho. Ese día se llevó una gran sorpresa, él salió de clases a su hora habitual charlando con su amigo Felix pero a unos metros de ellos reconoció la mata de cabellos castaños del extranjero.

—¿Qué sucede? —Felix se giró hacia donde veía Mark y de inmediato identificó al chico de piel morena y mejillas rellenas que se mantenía recargado en la sombra de un árbol mientras chupaba una paleta rosada—. No sabía que te gustaban los chicos así.

—Es mi vecino —Mark tragó saliva y miró a Felix—Debe estar perdido, iré a ver qué quiere.

—Suerte en tu cita.

Mark Lee casi es atropellado al cruzar la calle pero logró plantarse frente a Haechan al mismo tiempo que este daba un gran mordisco a la paleta y disfrutaba del caramelo.

—Tu escuela es muy grande.

—Es más grande por dentro —Mark sonrió con orgullo— ¿Qué haces aquí?

Haechan se sonrojó. —El otro día me ayudaste con la mantequilla y, b-bueno... pensé que tal vez podríamos ir a un lugar... juntos...

Mark apretó sus labios y suprimió su impulso de cargar al menor y elevarlo en el aire, le parecía tan adorable y pequeño que temía que algún policía de la zona lo malinterpretara y terminara preso. Después de todo Haechan había dicho que tenía dieciséis al igual que él.

—Claro, vamos.

Los dos chicos se fueron y varios pares de ojos lo siguieron, claro que ninguno lo notó. Mark estaba más concentrado en cómo Haechan se aferraba a su brazo con miedo como si fuese a perderse en cualquier segundo y Haechan jugaba con el empaque de su paleta que mantenía en el bolsillo.

Fueron a una pequeña plaza cerca de la casa de ambos, pasaron la mayor parte de la tarde ahí y Mark compró algunas cosas para beber. Haechan no quiso por lo que el único que no perdió la consciencia fue él. Después fueron a un parque, vieron las estrellas porque ya era de noche y se besaron, se tocaron, Mark no recuerda mucho en realidad.

Vibrato || ᵐᵃʳᵏʰʸᵘᶜᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora