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Una chica de mejillas rosadas caminaba de lado a lado metida en el baño de mujeres. Su mano estaba cerca de su boca y murmuraba para si misma

—Kaminari-kun sigue trabajando para la liga de villanos— decía la chica mientras pensaba —¿Que puedo hacer? ¿Que puedo hacer?

—¿Estas bien, Ochako-chan?— le preguntó Tsuyu al entrar y verla hablar sola

—¿Eh...?— se sorprendió ella —¡Ah n0, nada!

—¿Segura?— le preguntó mientras entraba en el servicio —Si algo te molesta no dudes en hablarme

—Gracias— le agradeció —Pero no es nada, ¡nos vemos!

Ochako salió del baño, caminaba por los pasillos mientras se tronaba los dedos por los nervios.

~Bakugou está inconsciente~ pensó para si ~Kaminari no parecía preocupado por el hecho que le avisara a los maestros... ¿Que puedo hacer?

¡Ey, Uraraka-san!— le llamó una voz detrás de ella, la chica se giró, y se encontró con Kirishima, Sero y Mina

—Oh, hola chicos— les saludo

—¿No habrás visto de casualidad a Bakugou o a Kaminari?— le preguntó Mina, Ochako se puso nerviosa al oír esos nombres

—N-No, para nada, digo, ¿porque los debería haber visto? Porque... ajá... no, no les he visto ni un cabello de la cabeza ni una uña de sus manos... jaja...— Ochako maldijo mentalmente su poca habilidad para improvisar

Los tres chicos le miraron, sabían que escondía algo, Uraraka sintió una gota de sudor bajando por su cuello.

—¡Chicos!— resonó una voz en el pasillo, todos voltearon su cabeza para ver al dueño de la voz. Ochako palideció

Era Kaminari, y se veía como siempre

—¡Ey, amigo!— saludo Kirishima —Te estábamos buscando, ¿no habrás visto a Bakugou?

—¿A Bakugou?— dijo él mientras se tocaba la barbilla —Dijo que no se sentía bien, se fue a su casa.

—¿Es así?— cuestionó Ochako sin pensar, se arrepintió al instante. Kaminari le miró extrañamente antes de volver a sonreír

—Si, y a pesar de que le intenté acompañar, me saco a gritos, jaja

Todos rieron, a excepción de Ochako, la cual estaba demasiado asustada para reír. Kaminari notó esto.

—Bueno... —Murmuró Uraraka mirando al suelo —Debo irme a casa

—Oye, ¿Te sientes bien, Ochako-chan?— le preguntó Mina

—Hmm...— murmuró —Si, no te preocupes, ya de me pasara. Iré a descansar a mi casa

—¿Te acompa...?— empezó Denki

—¡No!— saltó ella —Digo... no gracias... no quisiera contagiarte

Kirishima le dio unas palmadas en la espalda a Denki, Ochako se preocupó por el chico de cabellos rojos, pero Kaminari sonrió

—Vaya, parece que hoy no pude acompañar a ningún amigo enfermo— dijo Denki mientras se rascaba el cuello

—Bueno... me iré— informó la chica mientras se alejaba unos pasos —¡nos vemos, chicos!

Y dicho esto salió corriendo hacia su apartamento, donde pensaría las cosas cuidadosamente

Ay, como quisiera entender las cosas

•••

—¡Hola, Eiji-chan!— saludó Himiko Toga mientras levantaba una mano

Kirishima y Toga habían decidido volverse a ver. Toga estaba sentada en una mesa de una cafetería, se había escapado, así que ni Izuku, ni Shiragaki, ni Dabi, ni Shoto sabía dónde estaba.

—¡Hola, Toga-san!— le saludó alegremente el chico mientras se acercaba a ella —¿Como te ha ido?

—Muy bien, ¿Vienes de la UA?— preguntó al ver el uniforme que vestía el chico

Kirishima asistió

—Oye, perdona que te pregunte esto pero... ¿Tu estudias en algún lado?

—¿En serio?— exclamó ignorando completamente a Kirishima —¡Estudiar en la UA! ¡Debes ser muy poderoso!

Eijiro río

—Claro que no, no creo que esté ni en el top cinco de la clase— le dijo sonriendo de lado

Himiko sonrió ampliamente

~Izu-Chan se pondrá feliz si descubro algo interesante

—Cuéntame sobre cómo es estudiar en la UA— le pidió mientras tomaba un sorbo de su batido

•••

"—¿Diga?—"

Ochako tomó aire, había decidido llamarle a la única persona que le tenía suficiente confianza para decirle lo que había descubierto.

—¿Puedes venir a mi casa, por favor?— pidió por su teléfono celular

"—¿Pasa algo?—" le preguntó la voz "—¿Necesitas algo?—"

La chica suspiró

—Solo... ven, por favor

Se hizo el silencio, la chica por un momento pensó que le habían colgado, pero esa persona jamás le haría eso

"—Estaré ahí en diez minutos—"

—Gracias...— agradeció la chica

Los diez minutos se le hicieron eternos, caminaba de lado a lado pensado en lo que le diría, cuando sonó el timbre ya tenía su discurso completo

—Aquí estoy— saludo la persona

Ochako le dejó pasar y le pidió que se sentara en el sofá mientras ella traía un té. Era muy tarde para arrepentirse de hacerlo.

Se sentó a su lado

—¿Que pasa? Sonabas muy preocupada...

—Te contaré algo muy importante, ¿puedes mantenerlo en secreto?

La persona asistió

—Gracias, Iida-kun, lo que pasó es que...



¿Salvarlos o Matarlos? | BNHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora