Capítulo 4.

3.4K 343 37
                                        

-Bien, Stiles, hemos llegado- anunció la loba en cuanto estuvieron frente a una puerta de madera.

-Erica... tal vez sea mejor que yo duerma allá abajo- dijo, sintiéndose un poco incómodo. Pues ni conocía tan bien el loft y ahora, ahora iba a conocer y a dormir en el lugar más privado de su Alfa...

-Bah, no te preocupes. A Derek no pareció importarle- ella se encogió de hombros -A demás, él debe atender muy bien a su beta favorito...- El humano la miró confundido, pero antes de que dijera algo, Erica ya se estaba alejando -Sólo disfrútalo, Batman. ¡Buenas noches!-

Y sin más, después de pasar casi todo el pasillo, entró a lo que al parecer era su habitación.

Suspirando, giró el picaporte y abrió la puerta.
Al dar un paso adentro de la habitación, el aroma varonil de Derek llegó a sus fosas nasales.

Se sentía como... como si estuviera respirando ese delicioso aroma muy cerca... como si estuviera hundido en el cuello de su alfa sólo para disfrutar ese aroma tan varonil...

-Aunque bueno, ahora Derek no se veía muy varonil que digamos.- Soltó una suave risa a causa de ese pensamiento y optó ver mejor aquella habitación; ésta era muy grande, más grande que su propia habitación, sus paredes eran grises, sin un rastro de pintura, la cama estaba arrinconada a una esquina de la habitación, era de tamaño king zize, ésta estaba adornada con unas sábanas negras y fundas de almohada blancas. A lado de ella estaba una gran estantería que tenía libros, viejos y nuevos, y aunque la curiosidad por saber cuáles libros eran, decidió seguir observando... casi pegado a la puerta de madera, estaba un escritorio de madera un poco viejo, sobre ésta se encontraban tres marcos de fotos, en una de ellos estaba una foto maltratada, por lo que tal vez era ceniza, en ella se podía apreciar un poco a seis personas, tres mujeres y tres hombres...
Su pecho sintió doler, cuando se percató que en esa misma foto se encontraba la familia Hale, pero que al único que reconocía era a Derek, aún cuando nunca lo había visto sonreír de esa manera como en la foto, lo reconoció.

No entendía como Derek era tan fuerte para observar a diario esa foto... Pues él, después de que muriera su madre, guardó todas sus fotos, porque era incapaz de verlas sin desmoronarse.

No queriendo recordar eso, decidió observar el segundo marco; en éste estaba toda la manada, Derek al centro, con su típico ceño fruncido, Erica, Boyd, Isaac y Jackson a lado izquierdo de su alfa, y a lado derecho, se encontraban Scott, Allison y Lydia... algunos sonriendo y otros sólo haciendo muecas. Pero lo que más le sorprendió, es verse así mismo sentado en el suelo, mirando a su Alfa...
Pero lo estaba mirando como si fuese... Algo maravilloso...

Se sonrojó viendo aquella foto, se sonrojó al pensar que esa foto no le molestaba en absoluto al Alfa para tenerla ahí.
Así que no queriendo ver más, dejó los tres marcos de fotos en el mismo lugar donde estaban. Sí, no logró ver el tercero, porque si lo hubiera visto...

-Creo que es hora de dormir...- susurró para sí mismo, mientras se dejaba caer en aquella grande y cómoda cama. -Esto se está volviendo cada vez más extraño entre más tiempo pase despierto...-

Sin siquiera darse cuenta, ya se estaba envolviendo entre las sábanas negras de su Alfa, aspirando más de cerca su aroma y emitiendo un ruidito de puro gusto.

***

Derek no podía dormir. No podía por la estúpida ropa que traía puesta. Él siempre dormía sólo con pantalones, y estar con esa playera verde no lo dejaba dormir.
Así que más dormido que despierto, se quitó la playera, arrojandola a quién sabe a donde. Cuando ya estaba libre de esa maldita cosa, ronroneo con gusto y volvió a dormir.

Pero lo que él no recordaba era que, ya no era un hombre... sino una bella dama que estaba ahora con los pechos de fuera.

***

Aquella cama estaba bastante cómoda, pero le hacía falta algo y le sobraba algo.
Lo que le hacía falta era un misterio para él, pero lo que le sobraba era la ropa... Así que tallando un poco sus ojos con los nudillos, empezó a buscar la playera que Erica le había dado horas antes...

Ésta era azul, de una tela demasiado suave, y que por cierto, traía ese aroma tan delicioso que le encantaba, así que sin dudarlo se desvistio quedando sólo en calzoncillos, para después ponerse aquella prenda.
Y lo que Erica decía era cierto... le quedaba muy grande. Bueno, le llegaba a la mitad de los muslos. Pero sabía que ahora podía dormir más cómodo.

Al querer darse la vuelta, se observó en un espejo grande que estaba colocado en la puerta de lo que al parecer, era un armario; quería soltar un grito al verse así... Pues ya ni recordaba el hecho de que, aquella bruja lo había convertido en mujer.

Sintiendo que el sueño se había esfumado, decidió ir por un vaso de agua, sabiendo que todos estarían dormidos y que nadie se lo encontraria así.

Bajaba con cuidado las escaleras, tratando de no hacer ruido, pero el muy tonto tropezó con sus propios pies y cayó. Lo bueno era que sólo  faltaba un escalón, porque si no...

-¿Stiles?- escuchó una voz somnolienta provenir desde la sala, y se golpeó mentalmente al no recordar que Derek estaba en ese piso

-Duerme- logró decir, levantándose rápidamente del suelo... Pero al hacerlo se topó con algo que le dejó sin palabra...

Pues ahí, en medio de la sala, estaba el lobo - o ahora, la loba- viéndolo con una mirada... ¿Hambrienta?, mientras que sus pechos estaban al aire libre.

-¡Derek!- chilló el humano -o ella- -¡Cubrete con algo! ¡Me voy! ¡Me voy!- y sin siquiera darse cuenta. El castaño ya se había ido escaleras arriba.

••••••••••••••••••••••♤°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°

Ay, amigos... ando un poco enferma, pero logré escribir esto...
Perd0nen si es muy malo:(

STEREK FEM!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora