Trust.

Cumpleaños no-deseado.

Es simple:

Hoy es su cumpleaños décimo cuarto, se encuentra sentada en la mesa del comedor junto a los abuelos, Dave, que está a punto de entrar a la universidad con 17 años, su hermana pequeña y el padre, sin dejar de sonreír. Esto no era lo que esperaba, y menos lo que quería para esta celebración. Por más que lo repetía ella quería una fiesta, Fi-es-ta. Tal como lo leen, una fiesta.

Si quería consolidarse dentro del grupo de las populares debía tener como mínimo una fiesta, cada vez se creía más alejada de ellas, de Stephanie. Por ser la única sin computadora, sin teléfono móvil, sin novio, y sin fiesta de cumpleaños.

Su cabeza está a punto de estallar, el cotilleo de su familia no quería salir de su cabeza, al igual que el: qué dirán.

El sonido del timbre no ayuda, es muy molesto, chillón e irritante. Observa la figura de la chica con rulos  castaños y largas pestañas. Sin duda era Kelly, la cual trae puestos unos vaqueros gastados junto con una camiseta de polo rosada. Retira de sus hombros la chaqueta Demin y la saluda con la mano. Sus padres la invitan a sentarse a la mesa, y ella le extiende el paquete de regalo, envuelto en un papel a cuadros y un gran lazo.

–  Feliz cumpleaños, amiga  –.  Dice mientras me sonríe.

–  Gracias Kelly – Lo sostiene con mi mano  – No sabría que vendrías.

–  Sí, no lo tenía planificado, ya que no me habías dicho de la cena.

–La verdad, ni yo estaba enterada  –. Contesto borde.

La cena era incomoda, era su fiesta y de lo que menos hablaban era de Destiny. Las conversaciones se basaban netamente en política, el país, historia y principalmente la universidad del hermano. Era la única que no encajaba, inclusive Kelly era parte de la conversación y ella no, solo era una apartada.

Terminaron de cenar, más bien su madre estaba tan entretenida riendo que antes de preguntar se llevo su plato dejándole con la mitad de la carne y el puré de papas en el plato, ni ensalada alcanzo a servirse

Era la hora de abrir los regalos; Comenzó por el de los abuelos, un vestido de seda negro. Luego un sobre de Dave, el cual contenía dinero. El de la chica con rulos, un marco verde, que contenía en su interior la foto de ellas dos juntas EB una tarde de primavera y un lápiz labial mac rojo intenso. Sus padres tardaron mucho en lograr decirle que no tenían regalo para la festejada, lo cual le enfado. Sin fiesta, sin regalo; Era lo máximo.

Se encontraba irritada sobre el sillón de la sala de estar, mirándole la cara a todos. Sabía que la expresión vacía, completamente apagada. La tensión de Kelly se lograba presenciar a kilómetros.

– ¡Hija  –. Grito la madre desde la cocina – necesito tu ayuda, urgente!

Nada más podía faltar, comenzó a caminar aborrecida hacia la cocina.

– Hija, es que me faltan platos para servir la torta. Necesito que vayas al garaje y saques de una bolsa de basura una caja.

Simplemente obedeció, cruzo el  jardín hasta llegar, encender la luz – que parpadeo unos instantes antes de mantenerse fija-. Observo la bolsa de nailon negra sobre el suelo grisáceo, la abrió y se encontró con un paquete rosado, y una cinta blanca. Pegó un grito de alegría y corrió hacia la cocina, era un regalo, un regalo para ella.  Completamente para ella.

–¡Mamá, Papá!

–Lo encontró, lo encontró  –. Reía la abuela Anna a carcajadas.

–Ábrelo antes de que los vecinos llegue por los gritos  –. Dijo George el padre, sonriendo, mientras tomaba a su esposa por la espalda.

Comenzó a retirar el papel ferozmente, solo quería saber que contenía el paquete. El papel cubría una caja de cartón duro, con una gran manzana en frente. Ya entendía de qué se trataba. Abrí la caja y lo vio por primera vez. Su primera computadora portátil.

Los miro atónita, no sabía que decir; luego de gritar tanto no sabía que contestar, solo quería sacar el aparato banco de la caja. Lo retiró del envoltorio y lo encendido. Todo era nuevo, solo había logrado utilizar un par de veces el de su hermano, pero ahora que se iba a la universidad ella quedaría sin portátil. También utilizaba los de la escuela y otro en la casa de Stephanie, la chica rubia, popular.

Cree su usuario, leyó el manual, ya me encontraba lista para usar mi pequeño juguetito.  Me dirigió junto con el  portátil hacia la habitación.

Las paredes pintadas blancas le dan una armonía al cuarto, más el conjunto de la cama morada y las letras de su nombre en cursiva era lo primero que podías apreciar al ingresar “Destiny”, sobre el escritorio en el mismo color le daban el toque infantil que tanto odia. Posó la computadora sobre la superficie cristalina y se preguntó:

¿Qué sería lo primero que haría?

 ______________________________________

Lamento mucho la tardanza pero la verdad tenía el primer capítulo completo escrito en mi celular, el cual cambie. No pude volver a hallar nunca más el capitulo así que me decidí a escribirlo de nuevo y adaptar algunas partes.

Pido disculpa a todos los que me comenzaron a leer hace más de un mes y no veían actualizaciones. También les agradezco el tiempo que se toman para leer mis escritos comentar y votar.   ♥

Espero poder escribir capitulos más largos y actualizar más seguido. x