Una mujer es como una ola. Cuando se siente amada su autoestima sube y baja con un movimiento ondulante. Cuando se siente realmente bien alcanzará un pico, pero luego su humor puede cambiar repentinamente y su ola termina rompiéndose. Pero dicho rompimiento es temporal. Después de alcanzar el fondo, su humor variará en forma súbita y se sentirá nuevamente bien. Automáticamente su ola comenzara a levantarse.
Cuando la ola de una mujer sube, siente que tiene mucho amor para dar, pero cuando cae siente un vacío interior que necesita ser llenado con amor. Salir del fondo equivale a hacer una limpieza emocional.
Si ha suprimido algunos sentimientos negativos o se ha negado a sí misma a fin de mostrarse más afectuosa durante el movimiento hacia arriba de su ola, luego en el movimiento hacia abajo comienza a experimentar esos sentimientos negativos y esas necesidades insatisfechas. Durante ese periodo de descanso necesita especialmente hablar de los problemas y ser escuchada y comprendida.
Mi esposa, Bonnie, afirma que esta experiencia de "bajar" es como descender por un pozo oscuro. Cuando una mujer se mete en su "pozo" se hunde conscientemente en su yo inconsciente, en la oscuridad y en los sentimientos diluidos. Puede sentir en forma repentina gran cantidad de emocione y sentimientos imprecisos que no tienen explicación. Puede sentirse desesperanzada y pensar que esta totalmente sola y sin apoyo. Pero poco después de haber alcanzado el fondo, si se siente amada y apoyada, automáticamente comenzará a sentirse mejor. Con la misma rapidez con que experimentó su descenso, se levantará automáticamente e irradiará nuevamente amor en sus relaciones.
La capacidad de una mujer para dar y recibir amor es un reflejo de cómo se esta sintiendo con respecto a sí misma. Cuando no se siente tan bien consigo misma, es incapaz de mostrar tanta aceptación y aprecio hacia su pareja. En sus periodos de descenso tiende a sentirse abrumada o reaccionar en forma más emocional. Cuando su ola alcanza el fondo, se muestra más vulnerable y necesita más amor. Resulta fundamental que su pareja comprenda lo que ella necesita en esos periodos; de lo contrario podría hacerle exigencias irracionales.
Como reaccionan los hombres ante la ola
Cuando un hombre ama a una mujer esta comienza a brillar de amor y satisfacción. La mayoría de los hombres esperan con ingenuidad que dicho brillo dure para siempre. Pero esperar que la naturaleza afectuosa de ella sea constante equivale a esperar que el clima no cambie nunca y que el sol brille siempre. La vida esta llena de ritmos: el día y la noche, el verano, el invierno, la primavera y el otoño, días nublados y días despejados. Del mismo modo, en una relación, hombres y mujeres poseen sus propios ritmos y ciclos. Los hombres se retiran y luego se acercan, mientras que las mujeres suben y bajan en cuanto a su capacidad de amarse a sí mismas y a los demás.