𝐕𝐎𝐈𝐂𝐄𝐒 || WooHwa

𝑹𝒆𝒔𝒑𝒊𝒓𝒂.

A SeongHwa le habían faltado palabras por declararle en el oído a su chico, sentía que aún quedaban besos en sus resecos labios los cuales podría haber depositado en todo su bello rostro una vez más.

Podría haberlo llevado a mil y un lugares ¡Y es que tenía cientos de planes formándose en su cabeza! WooYoung amaba la naturaleza ¿Qué mejor que una noche en la playa? Él podría admirar las estrellas del cielo y SeongHwa, las de sus ojos.

No, WooYoung le temía al mar.

La vez que fueron a una granja ¡Aún recuerda la sonrisita de WooYoung al ver unos pollitos recién salidos del cascarón! Aún tenía las fotos de ese día colgadas sobre la pared, encima de la mesilla de la entrada. Le costaba no hipnotizarse en su expresión cada vez que la admiraba.

Aquello había sido semanas antes del suceso, cuando WooYoung comenzaba a verse más apagado y sin ganas de nada, evitando el contacto físico a toda costa porque era consciente de lo que pasaría, y no quería romper más aún el corazón de su esposo.

"Un cobarde en busca de una escapatoria." había escrito el mismo.

Se había visto delgado, quizás en exceso, con su piel más pálida de lo que en verdad era, unas ojeras prepotentes destacando en su rostro. No había tomado sus medicamentos, y eso era algo de lo que SeongHwa se había dado cuenta tarde.

Sin embargo, ahora se veía tan diferente.

Mechones color carbón resbalaban frente a su rostro, ondulándose, quizás algo largo, haciéndolo ver inevitablemente atractivo a los ojos de amor con los que lo miraba el mismo. Su piel había recuperado aquel sublime bronceado natural que tanto le había enamorado un día, tal y como lo recordaba, las ojeras habían desaparecido como si nunca hubieran estado ahí y lo único que las sustituían eran leves bolsitas al sonreír.

Porque WooYoung estaba sonriendo sin enseñar su blanquecina dentadura, con sus ojos brillantes.

—¿Por qué gritas, Hwannie? ¡Estoy aquí, tonto!

Y SeongHwa era capaz de leerlos, pero las palabras de su iris se reflejaban confusas.

¿Anhelo? ¿Diversión? ¿Cómo lo estaba mirando WooYoung?

—¿WooYoung?

—¿Me has echado de menos?— Susurró, su precioso tono de voz apenas haciendo eco debido al viento poderoso que cada vez aumentaba más. Su sonrisa se ensanchó.

SeongHwa no supo cómo sus piernas soportaron el peso de su cuerpo. Milagrosamente, estaba en pie.

—WooYoung...

Aquello no podía ser real ¿Cierto? Jung WooYoung no podía estar frente a él, hablándole con un tono casi informal, como si nada hubiera ocurrido en el pasado, como si no se hubiera ido a ninguna parte.

—Estás diferente, Hwannie.— Murmuró haciendo un mohín con sus labios, acercándose unos pasos al nombrado.— Nunca dejarás de ser precioso, pero ¿Estás durmiendo bien?

SeongHwa entre abrió sus labios, paralizado en su sitio.

—WooYoung... t-tú estabas...