Llevaba toda la vida entrenando alejada del resto de niños con singularidades porque, según mi padre, la que yo poseía era peligrosa. Estuve quince años sin tener ni un solo amigo, solo un objetivo en la vida: llegar a ser una heroína.
Por eso, a l...
-Sabes tan bien como yo que esto es un error. No puedes usar tu singularidad para esto, ____.
Sigo organizando mis cosas sin mirarlo a la cara.
-Poder puedo, otra cosa es que deba.
-Puedes enamorarlo sin hacer trampas, tienes el encanto suficiente.
-¿No lo entiendes, papá? No le gusto a Todoroki.
Comienzo a enfadarme. ¿Qué más le da? No es cosa suya, es mía, yo lo decidí. Las consecuencias, si las hay, las asumiré una vez todo esto acabe.
-Y...¿de verdad crees que te sentirás mejor creando un falso amor?
Me giro lentamente a mirarlo, irritada.
-Cuando crea que es suficiente, retiraré el hechizo. El amor que comenzará siendo falso, acabará por ser verdadero.
-Recuerda mis palabras: te arrepentirás.
-No lo haré.
-Ojalá sea así, hija mía, de veras que rezo para que sea así. Pero, si por alguna razón esto acaba mal, no estaré ahí para sacarte las castañas del fuego.
-Como esto acabe saliendo bien, te juro que te lo voy a restregar todos los días de mi vida.
-Si sale bien, en algún momento tendrás que contarle a Shoto lo que le hiciste, y dudo que le guste.
-Eso no tiene por qué pasar.
-¿Eso crees?
-Papá, déjame tranquila. Es mi vida y por lo tanto son mis decisiones. No quiero que te entrometas.
-De acuerdo. Haz lo que quieras. Pero luego que no se te ocurra venir llorando a pedirme ayuda.
Aizawa salió de su cuarto cerrando la puerta detrás de él. ____ suspiró, con el corazón en un puño y se sentó en el borde de su cama pasándose una mano por la cara. ¿Realmente estaba segura de lo que iba a hacer? Eso supondría un gran desgaste de su poder. Esperaba que valiese la pena...
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