Me gusta mi mejor amigo

18."Hora de vengarse"

Después de los peores días de mi vida encerrada en esa cárcel, digo, hospital, me dejaron salir, con la condición de que si notaba algo raro o algún malestar tendría que volver inmediatamente, además de recetarme las vitaminas, pero lo único bueno que había conseguido era terminar de planear mi dulce venganza, si pensaban que esto se iba a quedar así, estaban muy equivocados, es por eso que Olivia, Valeria y Marcos me habían ayudado a crear algo muy bueno, o eso esperaba.

Era uno de los pocos días en los que tenía ganas de ir a clases, y como esto no pasaba muy seguido traté de aprovechar todo mi entusiasmo para poder poner el plan en marcha.

En cuanto llegué a la escuela, Marcos apareció a mi lado, para informarme que ya teníamos todo lo necesario y en cuanto el timbre sonara todo comenzaría, así que para no perder ni un segundo, corrimos juntos hacía el casillero de Sara, era allí donde se realizaría la primer parte. Al llegar noté a Oli y a Vale apoyadas en los casilleros de en frente, tratando de pasar desapercibidas y hacer creer que leían una revista, pero los disfraces no era lo suyo, tenían la revista al revés, con Marcos nos acercamos junto a ellas para poder ver mejor todo.

- Al fin llegaron - Susurró Oli.

- Se me hizo un poco tarde, perdón - Expliqué.

- Está bien, no importa, estamos por mandar los mensajes, agarren sus celulares - Esta vez la que habló fue Vale, tratando de asegurarse de que no olvidemos una parte muy importante.

La primera fase se basaba en Sara, ella era mi primer objetivo. Lo primero que debíamos hacer era mandar un mensaje a la mayoría de los alumnos de nuestra escuela, de eso se encargarían Vale y Oli, ya que ellas conocían a más personas, en el mensaje se informaría que todos tienen que estar en ese momento en el casillero de Sara y como siempre, con cámaras.

Con una afirmación de cabezas, mis mejores amigas entendieron que era el momento de hacerlo, para eso Marcos y yo sacamos inmediatamente los celulares, los cuales comenzaron a sonar, junto con los demás de los alumnos, informando que los mensajes habían sido recibidos. No pasó mucho hasta que el pasillo quedó lleno de personas, las cuales trataban de hacer las distraídas, tal cual como se informaba en el texto.

Unos segundos más tarde apareció la estrella principal y sus secuaces, o mejor dicho, venían hablando desde la punta opuesta en la que estaba, ninguna se percató de la cantidad de gente, era obvio que no se podía esperar mucho de esas muñecas huecas, pero no importaba demasiado. La mejor parte comenzó cuando Sara se acercó a su casillero y todos sacaron sus cámaras o celulares para grabar lo que seguía. Al abrirlo, cientos de bolitas de pintura salían disparadas hacía afuera manchandola a ellas y a todo lo que las rodeaba, pero eso no era todo, porque al abrirlo completamente un balde lleno de pintura rosa les acababa de caer. La parte más graciosa era ver sus caras de horror y los llantos de algunas, y para terminar con la primer parte, Marcos y yo abrimos nuestras mochilas, en las cuales se encontraban los folletos que habíamos impreso con la cara de Sara y el cuerpo de una vaca y comenzamos a repartirlos, fijándonos de que no falte ningúno sin el.

Para hacer todo esto habíamos necesitado de la colaboración de un amigo de Marcos, el cual había logrado conseguir bolitas de pintura iguales a las del cumpleaños de Sara, también nos había ayudado con la impresión de todos esos cientos de folletos, que ahora se encontraban por toda la escuela. Habíamos acordado con un grudo de chicos, que mientras esto ocurriera, ello pegarían los folletos por los pasillos.

En ese momento, una Sara enfurecida se dirigió hacía mi.

- ¡Te odio, te odio, te odio! - Gritó - Samanta te odio, sos lo peor que puede haber en esta vida, yo no te he hecho nada! - Volvió a gritar, pero esta vez tratando de hacerse la desentendida.