Me gusta mi mejor amigo

23."Ángela y Bárbara"

Cuando estuvimos ya terminadas, con las chicas nos dirigimos hacia la casa de Zack, a decir verdad, todos nos veíamos muy bien.

- ¿Están listas? - Preguntó a penas llegamos.

- Si - Declaré, mientras daba una vueltita para que viese.

- Creo que estas más que lista - Me miró de arriba abajo - ¿No puedes ir a cambiarte?, te esperaremos, lo prometo, pero no quiero que nadie te vea así, se te tirarían todos encima, y no puedo permitir eso.

- Zack, no pienso cambiarme, y no me importa cuántos chicos me miren, yo solo voy a mirar a uno - Me alejé de él, no sin antes haberle guiñado el ojo.

Decidimos salir unos cinco minuto más tarde, ya que habíamos elegido uno de los pub más conocidos de toda la ciudad, y seguramente estaría abarrotado de gente. Salimos en dos autos diferentes, Zack, Oli, Ian, y yo en uno, y Marcos, Cam, y Vale en otro. Nos encontramos en la puerta como habíamos ya dicho, y sí, estaba lleno de gente, así que decidimos hacer la cola. Un rato más tarde, Zack consiguió que nos dejaran entrar, según él, "tenía contactos", o eso decía.

Apenas entramos, una gran masa de gente nos empujó, el olor a alcohol y algo de sudor no embriagó. Las personas gritaban, saltaban, y bailaban en el medio de la pista, mientras que otras decidían sentarse a beber en la barra. Con los chicos decidimos sentarnos en una de las mesas que estaban un poco más apartadas, Oli no lo dudo y se fue a bailar con Ian, es decir, lo arrastró hacía la pista, literalmente.

- Voy a pedir unas cervezas, ¿alguno quiere? - Se ofreció Marcos, a lo que todos lo que quedábamos levantamos la mano -Ok, ya vuelvo.

Mientras esperábamos, comenzamos a hablar sobre un par de cosas, pero era raro que tardase tanto.

- Voy a buscar a Marcos, a ver que pasa que tarda tanto - Dije y me levanté, todos asintieron.

Caminé hacia la barra, buscándolo con la mirada, pero no lo encontraba, me acerqué un poco más y lo pude ver. Estaba con Sara. Sin pensarlo dos veces me planté a su lado, con brazos cruzados.

- ¿Qué está pasando? - Pregunté.

- Nada, solo le preguntaba a tu amiguito como se siente que jueguen con él y luego lo voten, como a un objeto - Ya entendía todo, Sara estaba tratando de provocarlo.

- ¿Por qué mejor no te vas a molestar a otra parte? Nadie te invitó está noche - La única noche que salíamos, ella tenía que estar aquí, no iba a darle el gusto de que se salga con la suya.

- No necesito invitación para venir, ni para hacer esto -Dicho eso, agarró una de las cervezas de Marcos y la volcó en mí, esto sí que no iba a perdonárselo.

- ¡Estoy harta! - Grité - No te alcanza con molestarme en la escuela, sino que te tomas el tiempo de hacerlo también fuera de ella, el problema es que no vas a conseguir nada si sigues con esto, ya no hay nadie que te aguante, mira a tu alrededor, estás sola, nadie te quiere, y eso lo provocaste tu sola, molestas a las personas con el fin de satisfacer tu enorme ego, el cuál crece y crece, pero no te das cuenta de que si te fueras y no volvieras, nos harías un favor a todos.

Sara no aguantó más y salió corriendo, puede que me haya sobrepasado un poco, pero, eso nunca se iba a comparar con todas las cosas que nos había hecho.

- ¿Voy a llevar las cervezas que quedaron, vamos? - Propuso Marcs, pero yo tenía una mejor idea.

- No, gracias, yo me voy a quedar por aquí, necesito olvidarme de Sara solo por una noche - Dije y me di vuelta, me acerqué a la barra y pedí lo más fuerte que tengan, mañana seguro que me arrepentiría, pero hoy iba a disfrutar.