Me gusta mi mejor amigo

26."Señor de la prehistoria"

En cuanto el sol comenzó a asomarse por el horizonte nos pusimos en marcha, todos queríamos irnos lo antes posible. Nos movíamos juntos, tratando de que ninguno quede atrás, aunque tuvimos que hacer algunas pausas, se podría decir que era la única que estaba fuera de estado físico.

Caminamos y caminamos, no se por cuanto tiempo, pero se me hizo una eternidad. Marcs cumplió con su palabra, el si sabía hacía donde teníamos que ir, ya que, empecé a escuchar voces de lejos, gente corriendo, gritando, gritando nuestros nombres.

Casi que no llegué a reaccionar, para cuando me  di cuenta tenía a mi hermano colgado de mi hombro y a madre apretándome contra ella, estaba llorando, al igual que yo. Estaba feliz de verlos de vuelta, los había extrañado, y eso que no había pasado tanto.

- Sam, dios, nos distes un susto horrible, creí que no te iban  a poder encontrar - Soltó mi madre.

- Si Sam, yo también lo creía, me iba a quedar con tu habitación!! - Y hasta ahí pudo haber llegado todo el amor de mi hermano.

- Lamento informarte que he vuelto, y esa seguirá siendo mi habitación, querido Max - Apreté sus mejillas, sin cuidado.

- Ojala no te hubieran encontrado - Me sacó la lengua, a lo cual respondí de la misma manera.

- Chicos! - Nos miró - Dejen eso, será mejor que volvamos a casa.

En lo único que podía pensar en ese momento era en ducharme, con jabón, y agua caliente, cosas realmente esenciales, que no había allí, en esa dichosa isla.

- Ah, y Sam - Cambió su tono, ya sabía lo que venía.

- Estás castigada - Soltamos Max y yo al mismo tiempo.

- Lo sé, y por primera vez me alegra escucharlo, no creí que lo volvería a oír.

- Aja, claro, supongamos que te creo. Pero ahora vamos, ya hablaremos de esto en casa, tranquilos. Ahora voy a ir a hablar con el padre de Ian, nos vemos en el auto.

-  Vallan adelantándose, yo tengo que hacer algo todavía.

- Está bien, pero iras con Max, no quiero que algo te pase - Claro, porque Max sería de gran ayuda si alguien intenta hacerme algo, seguramente les diría que me lleven, con tal de quedarse con mi habitación.

Comencé a alejarme, caminando lentamente, sintiendo el paso de Max detrás de mí. Cuando estuvimos lo suficientemente alejados paré, me senté en la húmeda arena, junto a él. 

- Samy, qué pasa? Si es por lo que dije de quedarme con tu habitación, no lo decía enserio.

- Max, necesito que prometas que no se lo vas a decir a nadie.

- Lo prometo.

- Por la garrita?

- Por la garrita. - Juntamos nuestros deditos, mientras imitábamos la escena de Monster Inc.

- Por qué papá no está acá? - Lo miré.

- Vamos Sam, es obvio, está trabajando - Suspiró - Dijo que no podía faltar, que hoy tenía una junta muy importante, o algo así.

- Igual que siempre.

- Si, lo sé.

- Creí que iba a estar acá, buscando a su hija perdida, pero  me di cuenta que me di mucha importancia a mí misma, lo primero para él es el trabajo.

- Hey, no digas eso, yo se que nos quiere.

- En algún lugar de su profundo corazón - Solté una risa brusca.