Me gusta mi mejor amigo

27."Declaraciones de amor y bolos"

Qué el castigo fuese llevar a Max a sus entrenamientos nuevamente no suponía mucho esfuerzo, además de que podía sacarle ventaja, Zack estaba allí siempre, lo cual era perfecto.

No habíamos vuelto a saber de Alex, y eso era muy bueno, porque no me hubiese gustado tener que tomar medidas más drásticas contra él, el tema ya casi estaba olvidado, habían pasado varias semanas de esto.

Ahora sí, volviendo al presente. Está noche iríamos a los bolos, sería noche de parejas, o aunque sea, eso había dicho Oli. Solo teníamos un problema, Marcs no tenía pareja, pero, según él, jugaría solo.

El timbre de la casa sonó, me pareció un eco distante y apagado, como algo que está lejos. Bajé las escaleras saltando los escalones de dos en dos y en cuanto llegué al suelo percibí una silueta bastante conocida. Zack estaba espectacular, o esa era la impresión que me había dado. Vestía como siempre, pero algo en su sonrisa lo hacía verse más apuesto, más brillante, como una estrella. Oh dios, que me pasaba, me estaba convirtiendo en una tonta enamoradiza que hacía comparaciones astronómicas, por favor golpéenme.

Borré esos pensamientos y me percaté de que me estaba mirando.

- Sam? Vas a quedarte toda la noche mirándome o vamos a salir por la puerta fingiendo ser adolescentes normales?

- Eh, solo estaba pensando - Sonreí.

- Mejor nos vamos - Alargó su brazo y tomó mi mano, comenzando a caminar hacía el auto. Una vez dentro, luego de obligarme a ponerme el cinturón de seguridad, partimos hacía el centro comercial, donde habíamos quedado encontrarnos con los otros.

- Puedo hacerte una pregunta? - Solté, no podía dejar de mirarlo, necesitaba saber el porqué de su sonrisa.

- Ya la has hecho - Sonrió con más intensidad.

- Tonto - Lo golpeé amigablemente en el brazo.

- Está bien, dime.

- Puedes explicarme el por qué de tu sonrisa? - Me miró sin comprender, pero se volteo la vista hacía al frente al segundo, lo cual me dejo pensando - Zack, dime.

- Es que pensarás que es algo aburrido.

- Nada de lo que digas me parece aburrido - Apoyé mi mano en su pierna, mientras le hacía pequeñas caricias.

- Si no quieres que choquemos deberías dejar de hacer eso - Me sugirió, solté una risita tonta y retiré mi mano - Bien, estuve pensando, te has dado cuenta por todo lo que hemos pasado? Son muchas cosas, mucho dolor para tan poca edad.

- Zack... -Me cortó.

- No espera un segundo, no creo poder volverlo a decirlo, tuve que tomar mucho valor para decirlo - En ese momento de silencio, paró el coche en un costado de la avenida y me miró - Solía creer que amar es destruir y ser amado es ser destruido, pero me di cuenta de que no es así, que temer al amor es como temer a la vida, es inevitable, todos se enamoran, y todos sufren -Mis ojos se aguaron - Y si crees que te quiero es mentira - Sonrió.

- Es mentira? - Eso dolió.

- Sí, porque no te quiero, te amo, aquí y ahora, y sé que si en un futuro debo decirle a alguien te amo, no sonará igual que esté, no para mí. Porque todos se la pasan buscando a su otra mitad, mientras que yo siempre la tuve a mi lado, ojala pudiese haberme dado cuenta antes, aunque siempre me gustaste, nunca me atreví a decirlo - Para este punto yo ya estaba hecha un mar de lagrimas, su declaración me había sorprendido y mucho, el me quería desde hacía más tiempo del que yo pensaba. El me amaba - no quiero pensar en un futuro en el que no estés junto a mí, hay días en los que sueño que te vas y me dejas, y en esos momento sé que no podría pasarme nada peor, porque no soy nada sin ti, y no voy a presionarte, por qué sé que no sientes lo mismo, pero pienso lograrlo - Negué con la cabeza repetidas veces.