DARKNESS INFIRES [TaeGi]

III. Te encontré

- Dejaré los formatos del artículo sobre el escritorio... -Dijo el chico de pelo oscuro dirigiéndose al teléfono que sostenía con una mano mientras caminaba por la acera-.
- Min YoonGi -Se escuchó una voz tan gruesa y profunda proveniente de la figura de cabello dorado que ya se encontraba frente a él, impidiendo el paso-.
Yoongi dirigió su mirada del suelo hacia en frente y fue ahí cuando se encontró con la mirada de Taehyung.
- Permíteme un momento Kihyun -bajó su mano que sostenía el celular hasta su pecho- disculpa... ¿Te conozco? -frunciendo el ceño-.
- ¡Hola! Soy Taehyung y soy tu ángel -Dijo con optimismo el rubio mientras expresaba una sonrisa cuadrada-.
- Desconcertado- No tengo tiempo para esto -Dijo con una voz tan baja, hablando sólo para él mismo -Si, bueno, Kihyun ya volví -volvió a colocar el teléfono sobre su oído, continuando con su recorrido evitando al joven-.
- Es inevitable que me evites -Dijo ya con un tono más serio mientras se daba la vuelta y lo seguía con la mirada-.
- Al rato te llamo -colgó el celular- Escucha amigo -dirigiéndose a Tae- No sé quién eres, ni cómo sabes mi nombre, pero esto se está volviendo molesto.

Mientras tanto, la gente que pasaba por ahí, observaban con extrañeza a Yoongi.

- Ya te lo dije -fingió un tono cansado- Soy Taehyung y me han impuesto la orden de ser tu ángel.
- ¿Quién te mandó y cómo porque hacer esta broma de mal gusto? -comenzó a notarse molesto-.
- Me mandó el superior y no estoy bromeando -Se calló por un segundo pero luego continuó- Deberías tranquilizarte, la gente no puede verme y deben pensar que estás loco.

Yoongi dejó de ver al chico y volteó a su alrededor y pudo corroborar que la gente lo miraba raro, por lo cual siguió caminando.

- A partir de ahora tendrás que acostumbrarte a que estaré contigo -intentó seguirle el paso-.
- Déjame en paz -replicó acelerando el paso-.
- Nada de lo que he dicho es mentira, ellos no pueden verme y tú ni siquiera puedes tocarme-.
- Se detuvo y volteó a ver a Taehyung que ya se encontraba a un lado suyo-.
- Vamos -lo retó- Si estás tan molesto... Golpeame.

Yoongi miró una vez más a su alrededor y pudo ver qué las únicas personas que se encontraban por allí eran quienes pasaban en sus autos.

- Golpeame -insistió-.
- Estás loco -Intentó seguir caminando-.
- ¡Hazlo! -gritó el rubio retandolo aún más.

Yoongi puso sus ojos en blanco y aceptando el desafío de dió la media vuelta mientras dirigía un puñetazo hacía la hermosa cara del otro joven, pero como si se tratara de un fantasma, el puño no pudo tocar a Taehyung.

- Okay... -Dijo Yoongi manteniendo la calma- estoy siendo acosado por un fantasma.
- ¡Fantasma tu abuela! -dijo el joven indignado- ¿Me ves flotando acaso?

Yoongi intentaba seguir con calma pero sus ojos no podían creer lo que estaba pasando ahora mismo, por lo cual votó por la opción más decente que pasó por su mente... Correr.
Su trabajo ya no quedaba a muchas cuadras por lo cual iba corriendo intentando no caerse con su portafolio, y cada vez iba dejando más atrás a Taehyung, pero al llegar a la puerta del edificio de su trabajo, lo primero que encontró fue a él recargado sobre uno de los cristales, esperándolo.

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- ¿Es aquí? -Preguntó el ángel mayor al más pequeño-.
- Sí.
- Gracias Jimin.
- ¿Estás seguro de que esto es una buena idea Jin?
- Tengo que hacer algo para detener a Taehyung, no estamos seguros de lo que será capaz de hacer en el mundo de los mortales.
- Pero... Mi superior se dará cuenta de que fuiste, el podría molestarse conmigo si se entera que yo...
- Tú sólo manténlo ocupado -Tomó la sabana que cubría al objeto que tenía en frente y la hizo a un lado-.

Ambos observaron atentamente el marco, del cual sólo se notaban sombras tornasol.

- Estaré bien -Dijo Jin mientras lo tomó del hombro-.
- Buena suerte, e-espero que puedas traerlo de regreso -bajando la mirada-.
- Gracias -Le dijo con una sonrisa y se lanzó al portal-.
- Jin... -Levantó la mirada y pudo ver qué ya era el único en la enorme habitación llena de muchas pinturas que se encontraban recargadas en el suelo- Tae... -miró fijo y triste a uno de los trazos en donde se encontraba el rostro de Taehyung manchado de pintura... y sangre.