Joel. Joel. Joel.
¿Qué no te acuerdas?
Mi nombre es...
Una alarma sonó provocando que soltara un quejido, aunque... ¿desde cuando tenia ese tono de despertador? Se estiró, soltó un bostezo. –¿Qué día es? Creo que lunes, así que debo apurarme, al menos le toca el desayuno a papá.
Al abrir los ojos, se dio cuenta de que no tenia idea de donde estaba. Era una habitación muy diferente a la suya básicamente lo opuesta. ¡Ni siquiera estaba sobre una cama! Era colchón y cobijas. Miró su cuerpo y tampoco lo reconocía. Su piel no era de ese tono, además de que su cuerpo es más fornido, y esa no era su pijama.
Levantó un poco la playera. Maldición, ¿a donde se ha ido su trabajo haciendo ejercicio?
De repente la puerta corrediza se abrió, era un niñito de cabello oscuro.
–Hermano, ¿qué estas haciendo?– dijo.
Frunció el ceño antes de volver a bajar su playera. ¿Qué sucedía?
–Espera... ¿hermano?
–Eres raro, pero es tarde y ya está el desayuno. ¡Levántate!– exclamo el niño antes de cerrar la puerta de golpe.
Se quedó un momento donde estaba hasta que vio un espejo de cuerpo completo, así que se levantó rápidamente y caminó hasta ahí.
Cabello lacio, barbilla fina, semblante serio, labios delgados. Se quito la playera sin poder creer lo que miraba. Y entonces soltó un grito.
♥
Se coloco su uniforme, amarró su usual pulsera de hilos en su muñeca, se miró en el espejo para verificar que su cabello estaba bien peinado y finalmente salió para tomar el desayuno.
–Buenos días– dijo a su hermano y a su abuela quienes ya estaban sentados en la mesa.
Comenzó a tararear una canción mientras se servía algo de comida en su plato.
–Estas normal otra vez– dijo su abuela mirándolo atentamente.
-¿Normal?
–Si– corroboro el niño –,ayer estabas como loco.
Erick decidió dejar eso de lado, además no tuvo que agregar nada porque en ese instante se escuchó aquel suave sonido significaba un anuncio del Ayuntamiento. Empezaron a hablar de que pronto habría elecciones, el tema que más odia Erick. Soltó un gruñido y encendió la televisión para distraerse, su abuela desconectó el aparato que daba el anuncio del Ayuntamiento.
Una mujer estaba dando las noticias y justo mencionaba que pronto pasaría un cometa que solo pasa cada unos 1200 años, por lo que seria una oportunidad única en su vida. Las imágenes que mostraban eran espectaculares y el día que mejor se vería seria el mismo día del festival de su pueblo. Que coincidencia.
–Solo haz las pases con él.– dijo su hermano.
–Son cosas de adultos, Sam– respondió Erick con una mueca.
Después de terminar de comer y despedirse de su abuela, salió con su hermano rumbo a clases. En su momento, su hermano se desvió rumbo a su escuela, mientras Erick siguió caminando hasta encontrarse con sus amigos.
–Ya bájate, pesas– se quejó Zabdiel mientras detenía su bicicleta.
–¡Qué grosero!– replico Christopher.
–Pero si hasta parecen esposos– bromeó Erick.
–¡No somos nada!– dijeron al mismo tiempo.
ESTÁS LEYENDO
Your Name ~Joerick~
أدب الهواةLos hilos se enredan y retuercen, se desenredan y conectan, pero jamás se rompen... Eso es el tiempo. No se permiten homofóbicos.